Brasil es un país de contrastes y como tal desde el principio del proyecto se barajaron conceptos duales: tradición-modernidad, color-monocromo, naturaleza-hormigón... El local escenifica esta partición y se compone de dos pisos, una planta baja alargada y estrecha que alberga baja Boteco Fogo de cocina popular brasileña y la primera planta, Alquimia Fogo, donde se sirve cocina de vanguardia brasileña, dos experiencias del mismo Brasil opuestas y complementarias. Como en la Alquimia, los elementos se generan a través de la combinación de elementos contrarios: aire, fuego, tierra y agua.
El programa de la planta baja era un claro catalizador cuya voluntad pública se veía enclaustrada por una planta estrecha y alargada y un ascensor en fachada. Se decidió agrupar los elementos de servicio y comunicación para liberar el espacio y envolverlos en un rítmico entramado de madera destonificada, la cual, estratégicamente iluminada, se convirtiera en la obligada referencia al fuego.
En el exterior nos recibe un atrio de doble altura que conecta verticalmente los dos Fogo-s, donde se sitúa el ascensor. Una vez en el interior, la barra y la escalera nos acompañan a lo largo de la planta introduciendo el efecto fuego al local y desdibujando los límites entre interior y exterior. La barra se rompe en dos bloques, reduciendo así su escala para adaptarla a las dimensiones reducidas del espacio donde se sitúa. Una vez dentro encontramos Boteco Fogo, un local informal y alegre donde se sirve la cocina más auténtica y popular brasileña, acompañada de cócteles de autor.
Una mezcla de estampados con texturas vegetales y geométricas invade las paredes, creando una explosión de color desenfadada de reminiscencias brasileñas. Marcos de madera elevan estos elementos gráficos a una categoría más artística y nos ayudan a conectarlos a diferentes elementos de mobiliario, los cuales se materializan con la misma madera oscura y veteada.
Y en consonancia con su ambiente desenfadado, el baño de Boteco Fogo busca una sonrisa en el cliente, transportándole a lo más profundo de la selva brasileña.
En la planta superior, Alquimia Fogo es una propuesta de alta gastronomía de vanguardia brasileña. Sus platos son composiciones creativas llenas de texturas y color, las cuales quisieron convertir en protagonistas de la experiencia global, envolviéndolos en un espacio muy blanco y etéreo.
Tejidos blancos texturizados colgados a diferentes alturas crean una envolvente vertical continua y ligera. A través de la iluminación rasante y la superposición de tejidos consiguieron tenues variaciones dentro de la gama de blancos, los cuales le dan ritmo y profundidad. La envolvente nos dejar entrever la actividad dentro de la cocina, la cual se sitúa en una posición central del comedor.
Las referencias al mundo brasileño son sutiles sombras de elementos vegetales que salpican la envolvente creando un paisaje abstracto, el cual se mezcla y confunde con vegetación seca real.
Y dentro de esta ligera envolvente, las mesas se convierten en otro de los protagonistas principales. Redondas, de tonos de madera intensos y cuidadosamente iluminadas y vestidas con elementos vegetales, las mesas se esparcen de forma natural entre los diferentes elementos estructurales del espacio, creando rincones íntimos.
Y al llegar a los baños el paisaje cambia una vez más. Los elementos agua, representado por el vidrio texturizado, y fuego, con la madera dorada e iluminada, se combinan como en la Alquimia, creando un espacio de gran calidez.
Para más información visiten: El Equipo Creativo, Restaurante Fogo
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