El edificio está situado en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada, en la base del Arco del Reloj, en lo que fué una de las 5 puertas de acceso a la ciudad medieval. La muralla de mampostería forma parte del edificio en uno de sus alzados, y lo cruza de lado a lado como uno de los muros de carga de la edificación, siendo a la vez medianería compartida con el convento de clausura de las Concepcionistas, lo que ha permitido su conservación.
La edificación responde a la construcción tradicional de casona blasonada Berciana del S. XVIII de planta rectangular, formada por volúmenes adosados, con patio interior, torreón y estratificando sus usos por alturas. La planta alta se dedicaba a vivienda con una zona de taller artesanal y su planta baja orientada a actividades agrícolas o comerciales.
Sus muros, escaleras, balcones, aleros, solados y rejería son elementos protegidos, que son el reflejo de las diferentes etapas del crecimiento de la ciudad. La muralla medieval con su superposición de fases y alturas, el horno, el pozo, el escudo y el torreón son rasgos típicos de la casona tradicional del SXVIII. Los artesonados, las baldosas hidráulicas y escaleras representan el interior de la burguesía industrial del S.XIX, y los cambios del XX en sus fachadas muestras los nuevos huecos para sus uso comercial. Durante comienzos del XXI se realizan obras de estabilización y conservación.
El encargo, como objeto guía de la rehabilitación por parte del promotor, les exige adaptar el antiguo edificio a las claves funcionales de un nuevo uso como restaurante, manteniendo íntegra su identidad y readaptando los espacios.
Plantearon una estrategia clara, la de resolver las necesidades de confort e instalaciones con la tecnología contemporánea, conjugándolo con en el valor histórico del lugar. Intervinieron mediante procesos de vacío que extraen las capas superfluas. Al despojar al edificio de estas pieles aparecen elementos singulares que decidieron poner en valor. Recuperaron los muros de carga de mampostería, los solados hidráulicos, las escayolas de los techos decorativos, los tabiques de entramado de madera y piedra tradicionales, piezas del mobiliario, parte de las carpinterías en puertas, ventanas y sus rejerías. Lo nuevo se construye independiente a lo existente, pero continuando la estrategia de materiales nobles y técnicas tradicionales, enlazando piedras naturales, mortero de cal, y trabajo artesanal de yesos, maderas, vidrios y diferentes metales.
Como organización espacial propusieron rearticular el espacio entorno a los vacíos. En el primer cuerpo del edificio, se abre un hueco a doble altura a modo de atrio interior que conecta la planta baja y primera. En el segundo cuerpo edificado, orientaron los usos entorno al patio existente que envuelve a la muralla y creando luz y espacio. El resultado resume un proyecto cargado de particularidades, que tiene el objeto de devolver a la ciudad los elementos de su patrimonio histórico.
Para más información visiten: Marcos Miguélez
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