Con esta misión, el equipo creativo y ejecutivo de MWG y el equipo de Studio Banana (formado por arquitectos, diseñadores gráficos y de productos, estrategas de espacios de trabajo y expertos en comunicación) se embarcaron en un viaje experimental de co-diseño.
El principal objetivo en todo el proyecto era generar un entorno capaz de albergar dinámicas innovadoras de trabajo adaptadas al renovado ethos de la empresa.
El resultado es un proyecto holístico en que cada detalle ha sido integrado con el resto de la propuesta a diferentes escalas. No sólo se generó un espacio de trabajo evocador e inspirador para 600 colaboradores, sino que también se diseñaron la señalización, las mesas de trabajo y los nuevos rituales y métodos de trabajo.
Alojado en una fábrica textil de los años 50, el proyecto desnuda el edificio original, preservando su espíritu industrial como telón de fondo y colonizando 3 de sus 4 plantas (6.200 m2) a través de una estrategia de “huts” (cabañas) que albergan despachos, salas de reuniones, salas de proyectos, salas para conferencias, etc. Estos elementos, además de albergar usos, articulan el espacio y delimitan áreas cuidadosamente acotadas en el open-plan. Cada uno de ellos acoge a un equipo de proyecto sin perder la cohesión entre ellos y la cultura de trabajo colaborativa.
El resultado es un proyecto holístico en que cada detalle ha sido integrado con el resto de la propuesta a diferentes escalas. No sólo se generó un espacio de trabajo evocador e inspirador para 600 colaboradores, sino que también se diseñaron la señalización, las mesas de trabajo y los nuevos rituales y métodos de trabajo.
Alojado en una fábrica textil de los años 50, el proyecto desnuda el edificio original, preservando su espíritu industrial como telón de fondo y colonizando 3 de sus 4 plantas (6.200 m2) a través de una estrategia de “huts” (cabañas) que albergan despachos, salas de reuniones, salas de proyectos, salas para conferencias, etc. Estos elementos, además de albergar usos, articulan el espacio y delimitan áreas cuidadosamente acotadas en el open-plan. Cada uno de ellos acoge a un equipo de proyecto sin perder la cohesión entre ellos y la cultura de trabajo colaborativa.
La dicotomía fondo-figura entre los huts y las áreas de open-plan se establece sobre un concepto de circulación fluida y un despliegue de espacios intermedios, concebidos como dinamizadores de nuevos tipos de interacción y encuentros inesperados.
Aparte de esto, algunas paredes de los huts son apropiables (pizarra, gabinete de curiosidades, superficies customizables, etc.), permitiendo a los colaboradores utilizarlas libremente e integrarlas en sus dinámicas de trabajo.
Para más información visiten: Studio Banana
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