
Las pérgolas nos permiten disfrutar al máximo de nuestras terrazas y balcones, protegiéndonos del sol y la lluvia. Con el paso del tiempo la concienciación medioambiental ha hecho que este tipo de estructuras vayan evolucionando hasta llegar a lo que conocemos como pérgolas bioclimáticas. Únase a esta revolución aprovechando al máximo los recursos sostenibles y disfrutando del exterior durante todo el año. Sí, aunque parezca mentira las terrazas no son sólo para el verano.
Las pérgolas bioclimáticas son uno sistemas que nos protegen del sol que funcionan de manera natural y regulan la temperatura de la zona que protegen. Además, son capaces de proteger de la lluvia, la radiación solar, el viento o cualquier otro tipo de inclemencia meteorológica. Con el objetivo de conseguir una climatización y ventilación óptima, utilizan recursos como los rayos de sol y el aire.
El principal sistema con el que cuentan este tipo de pérgolas son las lamas orientables, que se pueden plegar de forma manual o motorizada, de forma que se colocan en la posición más conveniente en función de la lluvia o el aire. También podemos encontrar pérgolas con sensores de lluvia y viento que se repliegan de la mejor manera posible para disfrutar del exterior.
Materiales

Complementos
Estos sistemas o estructuras se pueden completar con diferentes elementos para un aprovechamiento máximo. De esta manera, se pueden instalar difusores de microgotas para combatir el calor, iluminación para disfrutar de la noche o calefacción infrarroja.
Para invierno y verano

Ventajas

Diseños

Al igual que ha habido un avance tecnológico, este ha ido acompañado de un avance en el diseño. Actualmente podemos hallar numerosos modelos y colores, para que se adapten de forma perfecta con el entorno y nuestro estilo.
Vía: habitissimo
Un artículo muy interesante. Las pérgolas son muy buena opción si se tiene una terraza grande o un patio porque se puede estar en ese espacio aunque haga mucho sol o llueva.
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