
Ubicada en el barrio de Sant Antoni, lo más hipster en Barcelona, Miriam Barrio ha jugado con la decoración vintage, elementos industriales, madera, una vegetación muy presente y un contraste de luces y sombras para conseguir un ambiente muy cálido.
Muchos elementos decorativos, como en el caso de las lámparas, han sido especialmente diseñadas para el local. Realizadas en latón, las luminarias combinan la luz directa e indirecta.
El color dorado de las lámparas resalta sobre un fondo oscuro y se crea, como decíamos, un juego de luces y sombras.

distribuidos a lo largo del local, espejos que además aportan mucha amplitud al espacio y permiten “miradas indiscretas”, describe la diseñadora.

El mobiliario combina piezas de hierro -en la mesa y la puerta, por ejemplo-, cuero -en los taburetes- y madera -en la barra de la entrada y los suelos.
Las dimensiones del local no permiten un escaparate, pero Miriam lo ha solucionado con una gran puerta acristalada, aprovechando la entrada de doble altura.
En cuanto a la distribución, una vez cruzamos la puerta, nos encontramos con la biblioteca y una barra con taburetes adjunta a la pared de espejos. A continuación llega la zona de bar, más resguardada por los techos bajos, y con una atmósfera y un estilo perfecto para degustar un cóctel en su barra.

El fondo del local es un original almacén gracias a una estructura de hierro que permite guardar entre sus huecos cajas para las bebidas y las plantas.
Para más información visiten: Bitter Cocktail Bar, Miriam Barrio
Vía: diarioDESIGN
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