Seguro que hace ya varias semanas que no utiliza el radiador, calefacción, chimenea o cualquier elemento similar que proporciona un calor muy necesario durante el invierno. Cuando no puede quitarlos de su sitio, como por ejemplo los radiadores, se encuentra con un problema estético, ya que no son tan bonitos a nivel decorativo como sí lo son las chimeneas.
Hay varios tipos de radiadores, algunos sí que son útiles a nivel decorativo para sacarles partido durante los meses que no se utilizan, pero lo más habitual es que sean feíllos y haya que hacer alguna “maniobra” para disimularlo. Hoy me gustaría darle unos truquitos para que sepa cómo hacerlo.
¿Cómo disimularlos?
Si el radiador está en mal estado, desconchado u oxidado, lo que puede hacer es, en primer lugar, quitarle el óxido. Después, puede pintarlo de un color bonito que combine con la decoración o genere un contraste agradable. Puede aprovechar para darle un toque de alegría a la estancia con estas pinceladas de color.
Si no quiere pintarlo muy diferente al resto, puede darle el mismo color que la pared, así se camuflará con ella y apenas se notará. Es la opción más discreta si busca algo que le permita disimularlo pero sin que sea muy llamativo.
Puede también cubrirlo con un tablón de madera o metálico, así quedará encerrado y hasta podrá poner encima elementos decorativos. Esta opción es fantástica para las habitaciones infantiles, ya que puede decorarlo con motivos divertidos y pasará totalmente desapercibido. Para esto puede servir también una reja decorativa.
¿Qué poner encima?
Si lo cubre de manera que pueda poner cosas encima, puede decantarse por plantas, velas, marcos de fotos… Incluso puede convertirlo en un pequeño rincón de lectura con una lámpara y un sillón cerquita. Esta opción es fantástica también para el invierno, ya que así podrá leer con el calorcito del radiador.
Si el radiador está en la cocina, tenerlo cubierto le vendrá genial ya que la parte superior puede convertirse en una pequeña barra para los desayunos o el picoteo mientras prepara la comida.
¿Qué poner encima?
Si lo cubre de manera que pueda poner cosas encima, puede decantarse por plantas, velas, marcos de fotos… Incluso puede convertirlo en un pequeño rincón de lectura con una lámpara y un sillón cerquita. Esta opción es fantástica también para el invierno, ya que así podrá leer con el calorcito del radiador.
Si el radiador está en la cocina, tenerlo cubierto le vendrá genial ya que la parte superior puede convertirse en una pequeña barra para los desayunos o el picoteo mientras prepara la comida.
Vía: Interiorismos
No hay comentarios:
Publicar un comentario