De entre todas las tareas ingratas que componen la limpieza y el mantenimiento del hogar, la peor en mi opinión es la de mantener los cristales limpios. Un día se esmera en dejarlos perfectos y al día siguiente ya están ahí las dichosas marcas, huellas, restos de suciedad que no han desaparecido… Hoy le contamos algunos trucos geniales para limpiar los cristales sin que queden marcas.
Limpiar los cristales sin que queden marcas es más complicado de lo que parece. Bastaría pensar que con un trapito y un poco de limpiacristales el problema se resuelve en un periquete, pero no es así. Estamos ante la que es, probablemente, la tarea doméstica más tediosa y menos agradecida de todas las que existen (que son muchas).
Los cristales son aburridos de limpiar. Para hacerlo bien tiene que emplear una buena cantidad de tiempo (de ese que no nos sobra a ninguno), además de ganas y esfuerzo. Y lo peor es lo poco que duran limpios. Ya sean las ventanas, los sobres de las mesas o los cristales de las puertas de paso o de las vitrinas, lo cierto es que al poco tiempo de limpiarlos aparecen de nuevo las huellas de dedos o las marcas del trapo que hemos usado al limpiarlos.
¿Es posible limpiar los cristales sin que queden marcas? No solo es posible lograrlo, sino que además podemos hacer algunas cosas para que duren mucho más tiempo relucientes.Siga leyendo y verá.
¿Es posible limpiar los cristales sin que queden marcas? No solo es posible lograrlo, sino que además podemos hacer algunas cosas para que duren mucho más tiempo relucientes.Siga leyendo y verá.
Productos para limpiar los cristales sin que queden marcas
Para tener todos los cristales de la casa siempre impecables y relucientes, sin esas antiestéticas huellas que tanto los afean, lo primero que tiene que hacer es aprender a limpiarlos de la forma correcta, eliminando la suciedad y sin dejar huellas del trapo que haya utilizado.
Para ello tendrá que pensar si los está limpiando con los productos adecuados. Desde luego, no se trata de gastarse un dineral en productos de limpieza. En cualquier supermercado existe todo un arsenal de limpiadores específicos para los cristales, en diferentes versiones y con distintas composiciones.
Lo más habitual es encontrarlos en forma de líquidos que se pulverizan sobre las superficies de cristal y después se frotan con un trapo, aunque también hay productos con fórmulas en crema que se secan una vez aplicadas sobre el cristal, antes de ser eliminadas con el trapo.
Sea como sea, yo le recomendaría que eligiese un producto sencillo y económico, o incluso que lo haga usted en casa. Los limpiadores caseros en materia de cristales funcionan de forma muy parecida a los comprados (y así se ahorra un dinerito). Para hacer su propio limpiacristales solo necesita agua y alcohol de quemar (mézqlelos en la misma proporción), amoniaco (añada un buen chorro) y detergente lavavajillas (unas gotitas bastarán).
Para ello tendrá que pensar si los está limpiando con los productos adecuados. Desde luego, no se trata de gastarse un dineral en productos de limpieza. En cualquier supermercado existe todo un arsenal de limpiadores específicos para los cristales, en diferentes versiones y con distintas composiciones.
Lo más habitual es encontrarlos en forma de líquidos que se pulverizan sobre las superficies de cristal y después se frotan con un trapo, aunque también hay productos con fórmulas en crema que se secan una vez aplicadas sobre el cristal, antes de ser eliminadas con el trapo.
Sea como sea, yo le recomendaría que eligiese un producto sencillo y económico, o incluso que lo haga usted en casa. Los limpiadores caseros en materia de cristales funcionan de forma muy parecida a los comprados (y así se ahorra un dinerito). Para hacer su propio limpiacristales solo necesita agua y alcohol de quemar (mézqlelos en la misma proporción), amoniaco (añada un buen chorro) y detergente lavavajillas (unas gotitas bastarán).
¿Qué otras cosas necesitas?
Si quiere lograr el éxito en la tarea de limpiar los cristales sin que queden marcas, es importante hacerse con las herramientas adecuadas. Así como creo que los productos limpiadores no son demasiado decisivos, es decir, que con uno bueno o con el casero podemos lograr resultados similares, sí creo que las bayetas, por ejemplo, son más decisivas.
Habrá oído alguna vez que lo mejor para limpiar los cristales es el papel de periódico. Pues bien, puede hacer la prueba tranquilamente y se dará cuenta de que esto es uno de los grandes mitos de la limpieza que hay que desmontar. Resulta demasiado rugoso, menos absorbente que cualquier bayeta y, además, la tinta del papel puede ensuciar los cristales más de lo que están.
Los cristales le quedarán mucho mejor si utiliza gamuzas de microfibra. No sueltan pelusas como los trapos de toda la vida, lo cual es una ventaja. Existen algunas con una cara rugosa y la otra lisa que son muy adecuadas para esta tarea. Con el lado áspero arrastras la suciedad y el lado más suave te sirve para sacar brillo después.
Puede utilizar unas bayetas de microfibra especiales para cristales que le ayuda en la difícil tarea de no dejar marcas en los cristales. Para una limpieza rápida le vendrán de cine las toallitas limpiadoras que tanto se han puesto de moda últimamente en el mundo de las tareas domésticas. Las hay para los baños y para limpiar los muebles y también para los cristales. No le darán una limpieza a fondo, pero le pueden servir para eliminar las huellas de forma rápida en la mesa del salón.
Y si nos fijamos en los cristaleros profesionales enseguida nos daremos cuenta de que nos hace falta una rasqueta de goma. La técnica sería la siguiente: se humedece el cristal con una esponja mojada en la mezcla casera que le hemos desvelado antes, se pasa la rasqueta para arrastrar y eliminar el agua y la suciedad, y se seca y se abrillanta con la gamuza de microfibra. No parece complicado, ¿verdad?
Habrá oído alguna vez que lo mejor para limpiar los cristales es el papel de periódico. Pues bien, puede hacer la prueba tranquilamente y se dará cuenta de que esto es uno de los grandes mitos de la limpieza que hay que desmontar. Resulta demasiado rugoso, menos absorbente que cualquier bayeta y, además, la tinta del papel puede ensuciar los cristales más de lo que están.
Los cristales le quedarán mucho mejor si utiliza gamuzas de microfibra. No sueltan pelusas como los trapos de toda la vida, lo cual es una ventaja. Existen algunas con una cara rugosa y la otra lisa que son muy adecuadas para esta tarea. Con el lado áspero arrastras la suciedad y el lado más suave te sirve para sacar brillo después.
Puede utilizar unas bayetas de microfibra especiales para cristales que le ayuda en la difícil tarea de no dejar marcas en los cristales. Para una limpieza rápida le vendrán de cine las toallitas limpiadoras que tanto se han puesto de moda últimamente en el mundo de las tareas domésticas. Las hay para los baños y para limpiar los muebles y también para los cristales. No le darán una limpieza a fondo, pero le pueden servir para eliminar las huellas de forma rápida en la mesa del salón.
Y si nos fijamos en los cristaleros profesionales enseguida nos daremos cuenta de que nos hace falta una rasqueta de goma. La técnica sería la siguiente: se humedece el cristal con una esponja mojada en la mezcla casera que le hemos desvelado antes, se pasa la rasqueta para arrastrar y eliminar el agua y la suciedad, y se seca y se abrillanta con la gamuza de microfibra. No parece complicado, ¿verdad?
Trucos que le ayudan
Seguro que ya lo sabe, pero no está de más recordarlo: nunca se ponga a limpiar los cristales un día que haga mucho sol o viento. Será un esfuerzo en vano. El sol y el aire hacen que el producto limpiacristales o el agua con jabón se sequen demasiado deprisa y no podrá evitar que le queden marcas. Mejor póngase a la tarea los días nublados.
Otra idea en la que seguro que nunca había pensado y que le ayudará mucho a limpiar los cristales sin que queden marcas: limpie los cristales de las ventanas en sentido horizontal por la parte del interior, y en sentido vertical por el exterior (o al revés). La clave está en hacerlo de forma diferente por un lado y otro para que, si le quedan marcas, sepa enseguida en qué lado están y pueda acabar con ellas de forma fácil y rápida.
Con estas ideas, seguro que a partir de ahora ya no le resultará tan complicado limpiar los cristales sin que queden marcas.
Otra idea en la que seguro que nunca había pensado y que le ayudará mucho a limpiar los cristales sin que queden marcas: limpie los cristales de las ventanas en sentido horizontal por la parte del interior, y en sentido vertical por el exterior (o al revés). La clave está en hacerlo de forma diferente por un lado y otro para que, si le quedan marcas, sepa enseguida en qué lado están y pueda acabar con ellas de forma fácil y rápida.
Con estas ideas, seguro que a partir de ahora ya no le resultará tan complicado limpiar los cristales sin que queden marcas.
Vía: decoración 2.0
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