Bella actualización de la casa valenciana, por el Fabricante de Espheras

Este proyecto, realizado por el estudio de arquitectura El Fabricante de Espheras, se presentó a sus autores como la posibilidad de repensar la tradicional casa valenciana y experimentar con la tradición y la contemporaneidad a través de los materiales y el diseño. La vivienda está situada en la Huerta de Valencia (España), donde los naranjos dominan su término y una antigua fábrica de cerámica recuerda el esplendor de una época anterior. Concrétamente, el Àtic Vernacle se encuentra cerca de su centro histórico y rodeado de edificios de mediados del siglo XX.

En cuanto se cruza el umbral de la puerta, está la despensa donde se guardan los alimentos. En este espacio también se encuentran la sala de estar y el comedor, además de la cocina. Un gran volumen con ruedas prolongado en una mesa sirve como volumen de almacenamiento y de mesa grandes y alargada cuando se reúne la familia. En el comedor, dos ventanas con las persianas de madera blanqueada dejan que la luz del día entre y enmarcan vistas de los tejados de otras casas. La luz natural juega un importante papel, iluminando los interiores y multiplicándose ayudada por la gama cromáticas de colores claros.

Si se sigue caminando, aparece un espacio que esconde el lavabo y que, al mismo tiempo, genera la intimidad necesaria. Su materialidad es amable con la cerámica blanca, el barro del suelo y las paredes encaladas de blanco.

Al seguir por el pasillo, una luz tenue y dorada acompaña el paso, y poco a poco se crea una atmósfera de luz y oscuridad que envuelve el dormitorio, donde la despensa de la cocina se hace armario. El baño principal se abre a la habitación y al corredor, y queda oculto tras las tradicionales persianas de madera al igual que la ropa del armario.

Una alfombra de barro cubre todo el suelo acompañando cada uno de los pasos de los propietarios de la vivienda, invitándoles a caminar descalzos.

Para más información visiten: El fabricante de Espheras 

Vía: Interiores Minimalistas