
El paso del tiempo y las sucesivas reformas habían logrado que los muros de fábrica de ladrillo hablaran por si mismos, dotando al espacio de una enorme personalidad.

Finalmente, y después de ‘soltarse la melena’, los diseñadores crearon una instalación artística colgada del techo de más de 12.000 ‘pirulos de fresa’ o palos de madera en tres tonos diferentes de magenta, que se ha convertido en el objetivo de todas las miradas.

Para este proyecto Ideo Arquitectura ha diseñado también la iluminación, así como parte del mobiliario.
Las mesas, taburetes, estanterías, mueble-barra, pizarras y las cajas de luz de los luminosos de fachada son obra de la diseñadora y arquitecta Virginia del Barco.
En las imágenes se pueden apreciar diferentes detalles de los revestimientos así como el pavimento de microcemento de alta calidad que dota al espacio de una fina elegancia constructiva.
Parte de los machones de madera que estaban podridos por las humedades, se han sustituidos por perfiles de acero bañados en marrón chocolate generando un diálogo muy dinámico entre lo antiguo y lo moderno.
Parte de los machones de madera que estaban podridos por las humedades, se han sustituidos por perfiles de acero bañados en marrón chocolate generando un diálogo muy dinámico entre lo antiguo y lo moderno.

Vía: diarioDESIGN
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