El MORO ® ha estado presente en el imaginario popular y la vida cotidiana de la Ciudad de México desde 1935, cautivando a diversas audiencias con su irrepetible autenticidad y sabor para posicionarse como -el lugar de tradición- que ofrece los mejores churros y chocolate en la capital del país.
A partir de ello se crea un sistema gráfico que toma como base las relaciones figurativas de dichos elementos y propone una simplificación de formas, llevándolas a su mínima expresión estética para conservar su esencia, pero con un carácter mucho más fresco y dinámico.
El nuevo grafismo se traduce en un sinfín de posibilidades compositivas que aplicarán de forma notable en la identidad, comunicación, arquitectura e interiorismo.
La paleta cromática nace de los inconfundibles mosaicos que dieron siempre personalidad a la marca en contraste con un tono blanco que se inspira en el azúcar.
Lenguaje y mobiliario se alinean a una nueva y diferenciada expresión, la cual se influencia de la Época de Oro en México (1936 a 1969 aprox.), donde los carteles de propaganda, cine, tipografías y el estilo Art Déco predominó en la Ciudad de México, dándonos suficientes elementos gráficos, simbólicos e incluso de comunicación a través de diversas manifestaciones artísticas.
Para crear un concepto integral que se conecta emocionalmente con el subconsciente colectivo,hoy dentro de una nueva experiencia de marca que proyecta el verdadero DNA de El MORO®.
Para crear un concepto integral que se conecta emocionalmente con el subconsciente colectivo,hoy dentro de una nueva experiencia de marca que proyecta el verdadero DNA de El MORO®.
Para más información visiten: Cadena + Asociados, Churrería el Moro
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