
Al recuperar un edificio de 50 años -mitad vivienda, mitad granero- se busca mantener las memorias existentes de un espacio que fue, alguna vez, el escenario de variadas experiencias -historias rurales combinadas con historias juveniles en una época controversial.
Un solo elemento nuevo se insertó en este espacio, casi como una pieza de mobiliario acentuada por su propia materialidad (OSB pintado). Con un presupuesto muy corto (el otro objetivo), fue esencia crear un elemento compacto que reúna todas las nuevas funciones: cocina, baños, almacenes y escalera.

La materialización de esta pieza debía ser hecha de algo que tuviera un rol estructural y al mismo tiempo ayudara a comunicar fácilmente la idea de mobiliario.

Fue importante crear un contraste visual entre el piso (en pino portugués), las paredes blancas y el techo, pero fue también importante asumir la textura de la madera. El color oscuro de los paneles de OSB ayudaron con este punto.
Para más información visiten: Inês Brandão Arquitectura
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