Un palacete modernista de principios del siglo XX situado en el corazón del Eixample barcelonés acoge el nuevo hostel del grupo Sant Jordi, que quiere ser un homenaje al rock.
La arquitecta Anna Podio ha llevado a cabo la remodelación partiendo del concepto clave, representando la historia de músicos convertidos en leyendas y los clubes que les vieron nacer, y respetando al máximo las joyas arquitectónicas encontradas en el edificio.
Rock Palace Hostel dispone de un total de 1.300m2 de superficie y 154 plazas distribuidas entre la planta noble y otras tres plantas con las que se ha ampliado el edificio.
La planta noble precisamente ha sobrevivido a los años y a los usos, junto con un catálogo de murales, marquetería, ebanistería, techos artesonados, cornisas, mosaicos y vidrieras plomadas propios de la corriente arquitectónica y artística más representativa de la ciudad de Barcelona, el Modernismo, que se han restaurado y sacado a la luz.
Pero no se ha de olvidar que el principal valor añadido del nuevo hostel es precisamente contar una historia que el huésped se pueda llevar en la mochila, en este caso la relacionada con el rock.
En cada una de las plantas del albergue, se han reinterpretado los rincones que acogieron a estas leyendas, donde hicieron vibrar a sus fans y que fueron testigos de las innumerables historias que forman parte de la mitología del Rock.
En la planta modernista se encuentra una sala museo que expone 6 guitarras eléctricas representativas de su época, y tres dormitorios. Las tres plantas “útiles” se distribuyen en habitaciones compartidas de 4, 8 y 10 personas, con baños individuales y compartidos. El albergue cuenta además con una azotea, para cuyo diseño se ha contado con la colaboración de uno de los clubes míticos de Barcelona, Razzmatazz, que dispone de una piscina y una zona de solárium.
Quien se adentre en este albergue podrá dar un paseo por los lugares emblemáticos de la música rock, desde Los Ángeles y Nueva York, pasando por Atenas, a San Francisco y Seattle. Sobrevolará Liverpool y Manchester, para acabar aterrizando en Barcelona donde la música, el Rock y, sobretodo sus Clubes, aún tienen mucho que contar.
Para más información visiten: Sant Jordi Hostel Rock Palace, Anna Podio, Razzmatazz
Vía:diarioDESIGN
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