
Verificar el funcionamiento de la calefacción

Sellar puertas y ventanas

Ventanas. Son los puntos débiles de las viviendas: las de aluminio y correderas sin rotura de puente térmico tienen demasiadas holguras. Conviene colocar burletes y si es posible mantener visillos y cortinas cerradas, así como persianas bajadas, durante las horas de más frío por la noche.

Persianas. Conviene sellar con un cordón de silicona o masilla los cajones de las persianas, ya que cuando no están bien estancos dejan pasar el frío al interior.
Elegir con criterio las ventanas
Muchas comunidades autónomas están incentivando el cambio de ventanas por otras más eficientes desde el punto de vista energético mediante ayudas y subvenciones. Lo ideal es cambiar las ventanas antiguas por otras con doble cristal con cámara (tipo Climalit) y carpinterías con rotura de puente térmico. Estas llevan en su estructura una poliamida reforzada o fibra de vidrio, que dificulta las fugas de calor (o frío en verano) al exterior y la transmisión de vibraciones sonoras. Los precios de las ventanas son muy variables, pero con rotura de puente térmico pueden costar un 50 por ciento más que una sin esta característica.
El uso de panelados de madera para el interior de las paredes y los techos de las buhardillas unido a otro tipo de aislantes insertados en el propio tabique es un método muy efectivo para mejorar el rendimiento energético de la vivienda. Los suelos revestidos en madera también tienen más propiedades anti-frío que los cerámicos y finalmente el corcho es un material natural muy aislante; en losetas (a partir de 6 €/m2) o paneles para la pared también puede resultar muy eficaz en habitaciones donde las pérdidas de calor sean mayores. Otras solución similar para cubiertas en reformas u obra nuevas son los paneles sándwich Thermochip, que son al tiempo estructura y aislamiento.
Proteger tuberías de las heladas
Un gesto tan fácil como “abrigar” las tuberías que se encuentran en el exterior de la casa puede originar ahorros energéticos importantes, ya que el agua que corre por ellas tardará menos en calentarse y además no podrán estallar a causa de las heladas. Los “abrigos” se llaman coquillas y son unos cilindros huecos con el exterior rígido y el interior hecho en fibra de vidrio o similar que se encuentran en centros de bricolaje y almacenes de materiales de construcción. Pueden tener hasta 60 mm de espesor y los tramos de unión se fijan con adhesivos especiales, mientras que los cortes (hechos con cúter) se pueden cubrir con cinta adhesiva. Los precios de las coquillas varían mucho (de 1 a 9 €/m2 según espesor de 6, 9 o 13 mm). La otra solución es cambiar toda la red de fontanería de cobre por tuberías de polietileno reticulado y aluminio, pero eso sólo se suele hacer al acometer una reforma del sistema.
Aislar desde el interior con placas de yeso
A veces, una solución en casas donde se utilizaron materiales de construcción económicos es trasdosar las paredes con tabiques de obra ligera que incorporen un buen aislante. Los hay sencillos, compuestos por la placa y una capa de lana mineral, espuma de poliuretano o poliestireno expandido, y también tipo sándwich, que son los que incorporan en el envés otra capa de yeso. En cualquiera de los casos se aplican directamente pegados a la pared con yeso o pasta especial o atornillados sobre rastreles. Conviene emplear placas de las máximas dimensiones posibles para que las juntas no resten eficacia al aislamiento térmico. Una placa de yeso laminado pladur con lana de roca de 2,5 m de largo por 1,2 m de ancho cuesta de 29 a 33 €.
Vía: Deco Estilo
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