

Para ello, las paredes del local de dos plantas han sido recubiertas por tapas de barriles que dan un aspecto old-fashioned a la vez que acogedor que traslada el ambiente relajado e informal de las bodegas a un local de ocio nocturno.
El piso superior ha ganado en luminosidad gracias a otro guiño a la destilería: el techo se ha cubierto de botellas de cristal de brandy, que aúnan transparencia, juegos de luz y una atmósfera de bar. Da acceso a los antiguos alambiques y barricas, que han sido conservados para hacerse una idea de cómo se fabricaba el alcohol.

La planta superior dispone de pequeños pufs para sentarse, en un espacio diáfano preparado para acoger mayores grupos de personas disfrutando de su bebida de pie.
Para más información visiten: Denis Belenko Design Band, Brandy Bar Shustov
Vía: diarioDESIGN
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