

Este establecimiento se llama The Jane y abrió hace poco más de un mes. El local cuenta con un comedor que ocupa la nave central y que puede acoger hasta 65 comensales, y un bar en la planta superior bautizado con el título de The Upper Room Bar, dónde se puede tomar un aperitivo que se preparan allí mismo.
La cocina se sitúa bajo el ábside, el altar donde se rinde culto a la mejor gastronomía, que queda a la vista del público al estar rodeada de un muro de cristal.
El equipo de diseño ha conservado la mayor parte de los materiales originales, aunque no se han resistido a incluir algunos elementos chocantes, como son los grabados inspirados en tatuajes que se ven en la cocina, o la iluminación centrada en una especie de cráneo que cuelga en las alturas.
tratamiento especial y que se encargó al estudio PSLAB. De su mano ha salido la gran lámpara -800 kiilos de peso- que pende sobre el comedor central y que cuenta con 150 luces colocadas en las puntas de las largas barras que las proyectan hacia el exterior.
Para el interior se ha preferido trabajar con materiales naturales: cuero, piedra y madera de roble.


Vía: decoramus
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