
Una de las tendencias más innovadoras de los últimos años es integrar las plantas de forma vertical en el urbanismo, pero también en el diseño de interiores. Una gran idea que no resta espacio a las viviendas pequeñas y que da un toque fresco y original a cualquier rincón.

La pared adecuada
El único requerimiento a la hora de buscar la pared adecuada es que reciba algo de luz, y además que la estancia tenga unas condiciones de temperatura y humedad óptimas, básicamente teniendo cuidado con los ambientes que resecan en exceso las calefacciones durante el invierno.
Se trata de paneles de plástico con macetas de quita y pon que se adaptan perfectamente al soporte. Existen varios sistemas: los más sencillos incluyen sólo las pequeñas macetas insertables en los módulos, que se rellenan de sustrato; los más sofisticados incorporan un sistema de fieltros hidrológicos que permite mantener siempre la humedad óptima regando incluso cada diez días. De hecho las plantas desarrollan sus raíces en el fieltro, por lo que la cantidad de sustrato no es importante.

Plantas tapizantes

La instalación sobre la pared
Se efectúa una vez que las macetas ya están colocadas en su sitio con las pequeñas plantitas albergadas en los ‘bolsillos’ correspondientes.
Es el momento de verificar con un nivel de burbuja o láser que el soporte está recto contra la pared.

Taladrar los orificios en la pared con una broca del tamaño de los tacos (incluidos).
Para terminar, sólo hay que introducir los tacos que acompañan al kit en los huecos practicados y fijar el panel con tornillos a la pared. La fijación al tabique es un trabajo sencillo que no lleva más de 15 minutos.
Vía: Deco Estilo
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