No quedan ya apenas espacios así en Bilbao y para SuBe, la empresa encargada de la reforma del local, ha sido un verdadero privilegio y placer intervenir en él. En la reforma se ha tratado de actualizar el local con el máximo respeto a su esencia, devolviendo al mismo el esplendor que merece y que, tras el cierre de la droguería había perdido.
Se trata de uno de esos locales cuya singularidad arquitectónica y exquisitez cautiva a quien tiene el placer de admirarlo. Sus cuidadas y elegantes maderas, sus cálidos interiores, su imponente y estilosa fachada, una de las más bonitas de la ciudad y un rótulo comercial de los que no se olvidan, nos transportan directamente al Bilbao de principios de siglo XX y es por eso que la esencia del local había que respetarla.
Sin embargo no por ello hay que renunciar a incluir detalles decorativos originales y llamativos como, por ejemplo, las lámparas. La iluminación es fundamental en una tienda en la que queremos centrar la atención del cliente sobre el producto y es por eso que hacen falta lámparas de techo, de pared, de suelo y de mesa de varios tipos.
Los colores claros constituyen una de las claves secreto del éxito de esta reforma. Por un lado ayudan a crear un ambiente muy acogedor, por otro suavizan la calidez de la madera y la refrescan y además hacen que todo el protagonismo del local se concentre en el calzado y sus colores, que es lo que realmente importa.
El mostrador de caja es otro ejemplo claro de equilibrio entre lo moderno y lo clásico, los tonos claros hacen que el espacio resulte ligero, la madera le da un toque muy hogareño y la iluminación indirecta hace que la zona resulte más agradable y acogedora.
SuBe ha integrado en esta tienda el pasado y el presente, fusionando los elementos arquitectónicos originales con un estilo actual. El resultado está acorde con el producto que comercializa la firma Calzados Ercilla, enfatizado por una cuidada iluminación, con revestimientos y materiales cálidos y mediante el uso de tonalidades suaves.
Sin duda un buen ejemplo de como se puede respetar la esencia de un viejo establecimiento sin renunciar al confort y al estilo más actual. Crear contrastes y hacerlo bien es un gran reto para decoradores e interioristas, pero una vez que se consigue el resultado es equilibrado, armónico y realmente acogedor.
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