
“Lo que realmente quería era un espacio que cumpliera exactamente con lo que yo necesitaba. Para mí, la calidad es más importante que la cantidad y el espacio adicional es sólo un problema”, comenta al describir su departamento de una sola habitación.
La casa es totalmente funcional y fue completada por su dueño después de siete años de trabajo en la planta subterránea de un edificio de 102 años de antigüedad, con vista directa hacia la calle. Sauer trabaja en la ingeniería de interiores de aviones Boeing, lo que coincide con esta idea de ajustar el apartamento y su funcionalidad.

El espacio de 16 m2 incluye dos camas, una cocina completa con lavavajillas y un baño con tina y ducha. El espacio se configura en vertical a través de tres plantas “vivas”.

Sauer quería un alto nivel de terminaciones, pero a pequeña escala. Su enfoque era una fusión fluida de elementos de diseño. Para esto pasó muchas horas en Internet buscando los artefactos y el mobiliario perfecto, y las que no encontró las diseñó y fabricó él mismo.

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