La pequeña cocina londinense del restaurador Phil Shakespeare estaba anclada en los 60. Muebles de railite en color aguacate, encimeras falsas de mármol y unas cerámicas de jaspeados imposibles hacían de esta cocina un viaje al pasado en plena regla.
Afortunadamente, los gustos de Phil no coincidían con el del anterior dueño y ha transformado esta cocina en un rincón chic con mucho más encanto, aprovechando también para mejorar la distribución y el aprovechamiento del escaso espacio del que se disponía.
Los cambios, como se puede ver en las imágenes, son muchos, pues se trata de una reforma integral. Los muebles ahora son blancos y negros, lo que contrasta con la encimera oscura de madera y el fregadero también en blanco. El acero del frigorífico combina con el de los tiradores y el grifo, creando un conjunto muy armonioso en cuanto a colores y materiales.
El suelo es un damero en blanco y negro girado 45 grados, mientras que el frente de la cocina son unos azulejos blancos con la junta en negro. La ventana de la cocina se ha pintado también de negro, dejando claro que nada se ha dejado al azar.
Me gusta especialmente que Phil decidiera no llevar los armarios altos hasta el final de la pared, sustituyéndolos por unas estanterías de madera más ligeras visualmente. A aumentar esta ligereza visual ayuda también que los armarios altos sean vidrieras y no con puertas opacas y que en el lado de la cocina se haya evitado colocar armarios altos.
Supongo que no se les habrá escapado el hecho de que para hacer que esta pequeña cocina londinense abandonara los 60, el restaurador de muebles y objetos antiguos Phil Shakespeare ha recurrido básicamente a Ikea, aunque hay detalles interesantes como la lámpara, que es un viejo ampliador fotográfico convertido en lámpara.
Para más información visiten: Phil Shakespeare
Vía: Decoesfera
No hay comentarios:
Publicar un comentario