
Con un diseño del arquitecto Víctor Hernández Garrido, este proyecto nació con la idea de diluir los lindes entre exterior e interior, llevándolos a un diálogo constante, donde los clientes ya notasen la calidez del local incluso antes de haber entrado.
La línea de establecimientos, de carácter acogedor e informal, buscaba transmitir esta atmósfera cálida y cautivante a cada usuario, así como aprovechar al máximo la naturaleza volumétrica del local y su relación con el paisaje exterior.

Desde el acceso, se puede ver como todos los ambientes dialogan entre sí. Una mesa comunitaria de madera de estilo rústico da la bienvenida al local y conduce a la zona de atención al público, donde el falso techo es rebajado en altura y se tiñe de un color cálido oscuro para dar al visitante una sensación acogedora y de confort.

El núcleo del local está recogido entre dos bancos continuos distanciados y contrapuestos, ofreciendo fluidez de distribución y de recorridos, así como una mayor transparencia desde el exterior al interior, pudiendo acceder visualmente a todo el local desde la calle.


La distribución de todo el local se desarrolla con una misma base, las sillas Gradisca de Billiani, proporcionando un hilo homogéneo que une los distintos ambientes, exceptuando la mesa central, que haciendo uso de unas sillas recuperadas se da más personalidad a este punto.
Alterando la cota del suelo del local se conforma el tercer ambiente, al que se accede mediante una escalera del mismo material que la nueva cota, hormigón sin pulir, que junto con la pared de ladrillo original de la finca aportan un aire industrial y fresco a este volumen.

Unos apliques ballesta de aluminio se sitúan sobre la pared, para acentuar este estilo industrial, además de contrastar la propia textura del ladrillo.
El banco continuo en L hace de contrapunto a lo industrial en este ambiente reforzándolo con calidez, por medio de su dibujo en espiga de diferentes maderas agrestes recuperadas.
La idea del proyecto de difuminar el límite entre exterior e interior del local cristaliza cuando las aberturas de los arcos laterales se abren completamente, ya que se han diseñado para que cuando se desee puedan plegarse y prácticamente desaparecer.
Para más información visiten: Buenas Migas

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