

Combina el color blanco en las superficies, tanto de la mesa como de la silla, con la madera natural en las patas de ambas. También es ideal la forma del asiento y el hecho de que el escritorio se pueda cerrar y quede junto a la pared como si se tratase de una consola.
El escritorio cerrado ocupa muy poco y sobre él podemos colocar incluso algún adorno, pero cuando está abierto resulta totalmente funcional para trabajar tanto con el ordenador, como con papel y boli… Por su diseño, incluso puede ser adecuado como mesa de estudio para una habitación juvenil.
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Vía: Decoesfera
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