Artlantique, african upcycling

Los muebles de Artlantique están hechos con la madera de las barcas de pesca de la costa de Senegal.

En uno de sus viajes a África, a su paso por la ciudad de Yoff (Dakar), el diseñador Ramón Llonch se dio cuenta del gran poder visual que forman las barcas sobre la arena: vistas de lejos forman un mosaico de color que se extiende a lo largo de la playa. De cerca, sus figuras geométricas componen una vistosa simbología arraigada a antiguas tradiciones familiares gremiales y espirituales.


Las barcas son valientes en la navegación; fuera del agua son elegantes y estilizadas; sus costados, cubiertos de sucesivas capas de pintura desgastada y oxidada por la sal y el tiempo, dan a la madera una textura rica en matices.
Atraído por su belleza y por su historia, Ramón Llonch se preguntó si después de su periplo oceánico aquella madera estaría en condiciones de empezar otra vida, “reencarnarse” en mueble. Pensó que sí y nació Artlantique: una colección de muebles: sillas, mesas, taburetes, mecedoras, armarios y espejos hechos con una madera que todavía huele a mar.
Todos coincidieron que la verdadera materia prima, además de la madera, era la vida misma de la embarcación, la de su patrón y su familia y la historia de un oficio: la pesca. El reto más importante fue que ésta quedara intacta en el interior de cada mueble después de todo el proceso. Lo consiguieron. “Pocos saben tanto de reutilizar como los africanos: allí no es una moda, es su día a día”, cuenta Llonch. “Yo me ocupé de hacer el diseño pero ellos son los mejores combinando colores”, explica Llonch.
Todos los diseños de Artlantique son originales y la madera, que es de samba, un árbol del oeste africano, no ha sufrido ningún tratamiento posterior. Es exactamente igual a como era cuando fue barca. Son objetos únicos e irrepetibles, fabricados individualmente; su valor por tanto, reside no sólo en el diseño y la apariencia, sino en el hecho de que son un testimonio de la historia de los pescadores .Todos los diseños de Artlantique son originales y la madera, que es de samba, un árbol del oeste de África, no ha sufrido ningún tratamiento posterior. Es exactamente igual a como era cuando fue barca. Son objetos únicos e irrepetibles, fabricados individualmente; su valor por tanto, reside no sólo en el diseño y la apariencia, es también un testimonio de la historia de los pescadores del oeste de África.
Los beneficios se destinan a fines benéficos, especialmente para mujeres y niños pobres de Madagascar.

Para más información visiten: Artlantique
Vía: Casa Actual