Llega el verano, y encontrarán sucios e impresentables todos los objetos o instalaciones que sólo usamos en esta época y que están en el exterior: bicicletas, barbacoas, muebles de jardín, piscinas, motos, coches, pavimentos e incluso canalones... ¡Es hora de desperezarse y limpiarlo todo! Ahora es cuando se darán cuenta de lo útil que es disponer de una buena limpiadora de alta presión.
Puede parecer que es un objeto de poco uso, y es así, si no disponen de exteriores que limpiar. Pero cuando residen en una vivienda unifamiliar con jardín, un bajo con patio o un ático, o bien un garaje propio, es cuando se dan cuenta de la utilidad de este tipo de máquinas. Son ecológicas, porque reducen el consumo de energía y agua en un 50 por ciento, y además también hacen más liviana la tediosa y dura tarea de limpiar la suciedad más incrustada.
Las hidrolimpiadoras o limpiadoras de alta presión funcionan con agua a presión y las hay de diferentes tamaños y potencias. En función del tipo de uso que le vayan a dar al equipo, conviene que se hagan con una limpiadora a presión de unas características determinadas. Es importante que dispongan de la suficiente presión, y si van a hacer limpiezas variadas y más amplias, que incorpore variados accesorios para cumplir determinadas funciones: limpiar suelos, desincrustar grasa, acabar con los atascos en los canalones, limpiar el interior de tuberías de PVC para evitar que se atoren, eliminar restos de materiales de obra incrustados como cemento en fachadas, tejadillos y suelos… Una manguera larga y diferentes boquillas son imprescindibles.
La fuerza con que el agua es capaz de surgir de estos equipos se mide en bares. Cuantos más bares, más kilos de presión pueden ejercer las limpiadoras a presión, y por tanto, mayor eficacia limpiadora.
Los equipos básicos, pequeños y manejables, adecuados para limpieza de pequeños objetos tipo bicicletas o barbacoas, desarrollan una fuerza de 100 a 120 bares. Precios: desde 45 € hasta 150€ uno de los equipos de esta gama más completo.
La gama media, adecuada ya para limpiar coches, motos, mobiliario de jardín, suelos, fachadas…, desarrolla hasta 140 bares. Precios: desde 300 € hasta 500 € los equipos más completos.
La gama más alta hasta 160 bares. Precios: de 600 a 850 € aproximadamente.
Los equipos domésticos se conectan a la red eléctrica, pero existen otras limpiadoras a presión con motor de gasolina para uso profesional. En general, para un uso normal, la gama básica es más que suficiente, aunque para un uso más extensivo, grandes superficies, etc. puede merecer la pena hacerse con una de gama media.
Las limpiadoras de alta presión para exteriores se utilizan con agua fría, para lo que simplemente se conectan a la red de saneamiento. Sin embargo, también pueden funcionar con agua caliente hasta 40ºC, potenciando así su eficacia desengrasante. La mayoría, salvo los de iniciación, incorporan ya un depósito para detergente, que en combinación con el agua caliente, ejerce una limpieza mucho más eficaz. Conviene informarse en las instrucciones sobre qué tipo de detergente se puede utilizar. Algunas marcas como Karcher tienen en su catálogo detergentes que además de desincrustar y eliminar la cal, tienen una acción protectora de los conductos del propio equipo.
Los equipos suelen ser medianamente ergonómicos y están preparados para un uso frecuente y cambio de ubicación permanente. Por eso suelen llegar a la altura de la cadera y disponen de un asa en la parte superior, permitiendo así su transporte de forma sencilla y cómoda. Hay limpiadoras a presión de muchas y bien conocidas marcas, como las Karcher, aunque también existen marcas menos conocidas a las venta en grandes centros de bricolaje que incorporan una garantía interesante.
La ventaja de comprar una marca de primera línea es que es más fácil luego completar el equipo con nuevos accesorios a medida que los echemos en falta: mangueras y carros portamangueras (unos 45 € los Karcher), cepillos y esponjas (de 12 a 29 €, aproximadamente), lanzas pulverizadoras (unos 17 €)… Además presumen de tener mayor vida útil, y de estar dotadas de motores que se refrigeran permanentemente, por lo que no se estropean con facilidad.
Vía: Deco Estilo
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