


Desde esta “estación” nos embarcamos sin movernos en un viaje culinario a través del tiempo y la geografía: escogiendo entre recetas que más allá de saciarnos nos transportan a un destino, retrocedemos en el tiempo para visitar una vieja cafetería de carretera con sus típicos revestimientos cerámicos y sus relucientes superficies metálicas propias de los años 50.
La configuración del espacio, determinada por la geometría elongada del local, sugería por si misma, un andén y un vagón. Por tanto, en su parte anterior, la barra fue tratada como gran mostrador en donde cada “destino” es mostrado, preparado y servido, mientras que en el área de comedor posterior, se optó por sentar a los comensales de acuerdo a la clásica disposición de asientos en un tren: A ambos lados de mesas rectangulares, los asientos dobles y enfrentados flanquean una “ventana estática” conformada por una estantería retro-iluminada y salpicada de verde, por la cual asoman, en vez de paisajes, cervezas de diferentes procedencias.

Si subir a este tren supone recorrer “la distancia más corta entre el apetito y la satisfacción” este esquema de interiorismo, representa la forma más rentable de hacerlo. Trasladando el concepto “Low Cost de calidad” al campo de la arquitectura interior, los revestimientos de gran resistencia, bajo coste y fácil mantenimiento típicos de los espacios públicos de alto tránsito son empleados también en este local, variando su colorido y su despiece para dotarles de la calidez de la que suelen carecer en sus aplicaciones más frecuentes. De ésta forma vemos como la tradicional baldosa de 10x10cm, virada ligeramente hacia una tonalidad “vintage” de verde piscina, y rejuntada con cantería de color gris antracita, se actualiza, ganando en cualidad decorativa, protagonismo y singularidad. A su vez, y en este caso en los servicios, la alternancia de colores se aleja de los patrones regulares, tiñendo las estancias, desde el techo hasta el suelo, y de forma aparentemente aleatoria de un vibrante amarillo que hace de éstos cuartos de baño mucho más que simples dependencias de servicio. Por su parte, los revestimientos de madera, que cayeron en desuso en las instalaciones públicas hace casi más de un siglo, vuelven a ser empleados en esta “estación” gracias a las imitaciones que se hacen hoy en día sobre sustratos porcelánicos.




funcionales, se persigue también la alternancia a nivel formal y estética entre la luz y la sombra, entre el brillo y la opacidad, entre el colorido y la monocromía y entre la imagen y el texto. Todo los opuestos se pueden reconciliar, y como prueba se propone este ambiente que ofrece delicias a bajo precio en un local de una eficacia estética atemporal, deslocalizada y al alcance de todos los bolsillos.
Para más información visiten: Egue & Seta, Denys & von Arend
Vía: Plataforma Arquitectura
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