domingo, 10 de febrero de 2013

Marset reedita la lámpara Funiculí de Lluís Porqueras, 30 años después de su nacimiento.

Funiculí es una de esas lámparas que parece que siempre estuvo entre nosotros. Bien, y en realidad así es. Marset ha reeditado un diseño que Lluís Porqueras creara en 1979; sus formas simples y esenciales, y sus colores básicos, nos recuerdan cómo eran el diseño “moderno” de los tardíos ’70.



Su nombre, además de formar parte de una romántica canción italiana antigua, está también unido a la ciudad de Barcelona; el Funicular ha sido uno de sus símbolos por años. Pero el mecanismo de sube y baja de la pantalla es lo que ha dado origen a su casi poética denominación.

Cuando Porqueras diseñó la lámpara, hace ahora más de 3 décadas, no quería hacer un producto de moda. Simplemente buscaba un producto que le gustase y que no fuera agresivo en la casa. Y el tiempo le ha dado la razón a autor; hoy la nueva Funiculí sigue quedando bien en cualquier hogar.

Las nuevas formas de la luminaria, que conserva un cierto aire nostálgico, han sido adaptadas al siglo XXI gracias a pequeños retoques realizados por el equipo creativo de Marset, capitaneado por Joan Gaspar. Pero la esencia sigue siendo la misma: la pantalla de la lámpara sube y baja gracias a un simple mecanismo parecido a un funicular, y la semiesfera metálica que la conforma puede rotar 360º para dirigir la luz. La goma que afianza la base del pie, también circular pero ahora un poco mayor, protege el suelo y le da una estética desenfadada.

Funiculí fue presentada en Light & Building 2012, y hoy ya es un hecho en el mercado. Está hecha de metal pintado en negro, blanco, rojo, beige o gris musgo.

No se pierdan el siguiente video, donde Joan Gaspar y Lluís Porqueres explican cómo se ha hecho la reedición de este encantador producto.

Para más información visiten: Marset
Vía: diarioDESIGN





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