El Hotel del Juguete está en Ibi, Alicante, y, según nos informan, dispone de 21 habitaciones espaciosas distribuidas en suites, junior suites y habitaciones dobles. Todas ellas están adaptadas para personas con movilidad reducida y dotadas de mini bar, últimas tecnologías en domótica, climatización, wifi y TV.
La decoración es obra del interiorista Eduardo Corbí que, como ven, ha elegido un impoluto color blanco para paredes y techos, como si fueran lienzos a los que murales, muebles y juguetes aportan todo su alegre colorido.
El hotel acoge tanto turismo de negocios y formación como turismo familiar, que puede optar por paquetes vacacionales atractivos incluyendo visitas a las ofertas culturales y recursos lúdicos del Valle del Juguete.
De este modo, amparados por el color blanco, dependiendo del cliente que pernocte en el establecimiento, se pueden introducir diferentes elementos decorativos en habitaciones y zonas comunes, consiguiendo siempre la personalización y armonía adecuadas.
Por la noche, como se puede ver en la imagen, la cosa cambia radicalmente, ya que se encienden luces de llamativos colores que comparten protagonismo con los juguetes y acentúan su apariencia juvenil y alegre.
Las habitaciones, completamente minimalistas, están presididas por un mural que hace referencia al juguete tradicional antiguo. El suelo de mármol crema y los textiles, también blancos, les confieren un aire fresco y limpio, muy en consonancia con el clima benigno de la zona.
Las camas son grandes, para que los niños puedan dormir con sus papás si lo desean, y las habitaciones se pueden comunicar entre sí en caso de que la familia sea grande. También hay tres suites, cada una del nombre de un Rey Mago, que son dúplex y cuentan con el atractivo añadido de un cielo estrellado.
Las zonas comunes, en la misma línea decorativa del hotel, incluyen parking exclusivo, salón de reuniones y espacio de cafetería y restaurante que cuenta además con un salón privado para comidas de empresa o eventos familiares, como cumpleaños o comuniones.
Para más información visiten: Hotel del Juguete
Vía: Decoesfera
La decoración es obra del interiorista Eduardo Corbí que, como ven, ha elegido un impoluto color blanco para paredes y techos, como si fueran lienzos a los que murales, muebles y juguetes aportan todo su alegre colorido.
El hotel acoge tanto turismo de negocios y formación como turismo familiar, que puede optar por paquetes vacacionales atractivos incluyendo visitas a las ofertas culturales y recursos lúdicos del Valle del Juguete.
De este modo, amparados por el color blanco, dependiendo del cliente que pernocte en el establecimiento, se pueden introducir diferentes elementos decorativos en habitaciones y zonas comunes, consiguiendo siempre la personalización y armonía adecuadas.
Por la noche, como se puede ver en la imagen, la cosa cambia radicalmente, ya que se encienden luces de llamativos colores que comparten protagonismo con los juguetes y acentúan su apariencia juvenil y alegre.
Las habitaciones, completamente minimalistas, están presididas por un mural que hace referencia al juguete tradicional antiguo. El suelo de mármol crema y los textiles, también blancos, les confieren un aire fresco y limpio, muy en consonancia con el clima benigno de la zona.
Las camas son grandes, para que los niños puedan dormir con sus papás si lo desean, y las habitaciones se pueden comunicar entre sí en caso de que la familia sea grande. También hay tres suites, cada una del nombre de un Rey Mago, que son dúplex y cuentan con el atractivo añadido de un cielo estrellado.
Las zonas comunes, en la misma línea decorativa del hotel, incluyen parking exclusivo, salón de reuniones y espacio de cafetería y restaurante que cuenta además con un salón privado para comidas de empresa o eventos familiares, como cumpleaños o comuniones.
Para más información visiten: Hotel del Juguete
Vía: Decoesfera
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