El renovado estudio del director creativo Rafa Armero es un espejo de su nueva andadura profesional: creación y diseño, o mejor dicho, anti-diseño basado en la creatividad emocional. Esto se traduce en un espacio en constante evolución donde conviven presente y pasado. Sin tendencias visibles, pero ecléctico y lleno de emociones. Un lugar fresco, divertido y juguetón.
Creación, diseño y asesoramiento para marcas y proyectos es la última parada de Rafa Armero, quien en los últimos 15 años ha ido moviéndose en distintos campos (publicidad, comunicación gráfica, moda…) para ahora sumar toda su experiencia, más las sinergias que le aporta un equipo multidisciplinar formado, entre otros, por sociólogos, ingenieros y arquitectos, en un estudio que ofrece soluciones innovadoras mediante su particular método: Investigación + Creatividad + Desarrollo + Comunicación.
De un tiempo a esta parte, Armero está investigando la conexión que existe entre la creatividad y el individuo a través de sus emociones. Los nuevos tiempos exigen nuevas formas de pensar y hacer, y según el directivo valenciano, una gestión creativa de las emociones permite descubrir soluciones eficaces.
La creatividad emocional implica, según Armero, “renunciar al diseño convencional y a las tendencias”. Lo importante es llegar “al corazón de las ideas”. Su renovado estudio, ubicado en la ciudad de Valencia, es el mejor ejemplo. “No es sólo un continente, es un proyecto de interiorismo emocional en sí mismo”, explica el equipo, el cual se ha encargado de la nueva imagen del local.
Más que un estudio, en realidad es un espacio que, dependiendo de la hora o la agenda, se transforma en un estudio de creatividad, un laboratorio, una sala de exposiciones o en un taller de formación.
Esta es la segunda transformación en diez años. La primera se ocupó de la estructura y distribución, mientras que esta última se ha centrado en el estilismo, la iluminación y la flexibilidad del espacio.
Grandes cortinas para dividir los espacios según las necesidades y la optimización de la luz natural y artificial son algunas de las soluciones prácticas que ha llevado a cabo el equipo, aumentando con ello la sensación visual en los 150 metros cuadrados de superficie.
Pero es en el detalle donde más se aprecia la diferencia. Han huido “del minimalismo propio del diseño profesional y de cualquier tendencia reconocible” para aportar su propia creatividad: marcos de las paredes realizados en vinilo, barras para las cortinas a partir de los herrajes de una carpintería del siglo XIX y multitud de esculturas, objetos, cuadros e ilustraciones que impregnan el lugar de personalidad propia.
Una personalidad que, además, no se olvida de su pasado, pues en todo el local está presente la trayectoria del estudio.
La sede, situada en un edifico del periférico distrito de L’Olivereta, ha respetado desde sus inicios elementos originales de la construcción como los techos abovedados de barro cocido, las vigas de hierro y el ladrillo caravista.
Provocador de los sentidos y las emociones, Rafa Armero se declara como un profesional con vocación dadaísta.
Aquí les dejo su web: Rafa Armero
Vía: diarioDESIGN
Creación, diseño y asesoramiento para marcas y proyectos es la última parada de Rafa Armero, quien en los últimos 15 años ha ido moviéndose en distintos campos (publicidad, comunicación gráfica, moda…) para ahora sumar toda su experiencia, más las sinergias que le aporta un equipo multidisciplinar formado, entre otros, por sociólogos, ingenieros y arquitectos, en un estudio que ofrece soluciones innovadoras mediante su particular método: Investigación + Creatividad + Desarrollo + Comunicación.
De un tiempo a esta parte, Armero está investigando la conexión que existe entre la creatividad y el individuo a través de sus emociones. Los nuevos tiempos exigen nuevas formas de pensar y hacer, y según el directivo valenciano, una gestión creativa de las emociones permite descubrir soluciones eficaces.
La creatividad emocional implica, según Armero, “renunciar al diseño convencional y a las tendencias”. Lo importante es llegar “al corazón de las ideas”. Su renovado estudio, ubicado en la ciudad de Valencia, es el mejor ejemplo. “No es sólo un continente, es un proyecto de interiorismo emocional en sí mismo”, explica el equipo, el cual se ha encargado de la nueva imagen del local.
Más que un estudio, en realidad es un espacio que, dependiendo de la hora o la agenda, se transforma en un estudio de creatividad, un laboratorio, una sala de exposiciones o en un taller de formación.
Esta es la segunda transformación en diez años. La primera se ocupó de la estructura y distribución, mientras que esta última se ha centrado en el estilismo, la iluminación y la flexibilidad del espacio.
Grandes cortinas para dividir los espacios según las necesidades y la optimización de la luz natural y artificial son algunas de las soluciones prácticas que ha llevado a cabo el equipo, aumentando con ello la sensación visual en los 150 metros cuadrados de superficie.
Pero es en el detalle donde más se aprecia la diferencia. Han huido “del minimalismo propio del diseño profesional y de cualquier tendencia reconocible” para aportar su propia creatividad: marcos de las paredes realizados en vinilo, barras para las cortinas a partir de los herrajes de una carpintería del siglo XIX y multitud de esculturas, objetos, cuadros e ilustraciones que impregnan el lugar de personalidad propia.
Una personalidad que, además, no se olvida de su pasado, pues en todo el local está presente la trayectoria del estudio.
La sede, situada en un edifico del periférico distrito de L’Olivereta, ha respetado desde sus inicios elementos originales de la construcción como los techos abovedados de barro cocido, las vigas de hierro y el ladrillo caravista.
Provocador de los sentidos y las emociones, Rafa Armero se declara como un profesional con vocación dadaísta.
Aquí les dejo su web: Rafa Armero
Vía: diarioDESIGN
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