El estudio de arquitectos Equip, liderado por Xabier Claramunt, Martín Ezquerro, Pau Rodríguez y Marc Zaballa, es el artífice del nuevo hotel Acta Mimic, un "low cost boutique hotel" ubicado en la calle Arc del Teatre, en pleno corazón del Raval barcelonés.
En este proyecto, que ocupa el edificio del viejo Teatro Colón, Equip ha esquivado con imaginación la austeridad y sobriedad reinante, que también se contagia a la arquitectura y ha convertido este espacio ganado a la telaraña de callejuelas de este barrio en una fiesta.
Haciendo honor al antiguo teatro, Equip ha convertido la fachada en un telón de lona tensada, que modifica radicalmente el entrono y cambia él también según la hora del día y las diferentes condiciones de luz natural y artificial que emana del interior. El telón está llamado a ser cambiado según la temporada.
Los arquitectos decidieron conservar la fachada histórica, pese a no estar protegida, e insertar la construcción entre ésta y la medianera del edificio contiguo. El cuerpo de habitaciones se ha dispuesto "como si de una estantería se tratara y utiliza patios de luz, recurso que se toma de las edificaciones históricas del compacto casco antiguo".
Así, los espacios comunes adquieren un aire dramático, situándose por debajo del nivel de la calle. Ya desde la planta baja, se ubican las primeras habitaciones, que solucionan el dilema de la privacidad gracias a estar agrupadas a ingeniosas entradas de luz natural y al desdoblamiento de las plantas. Las zonas públicas incluyen rincones y pequeños espacios diferenciados a base de distintas formas, colores y mobiliario, que hacen suyos el dinamismo y la diversidad cultural del entorno.
Las habitaciones, sin embargo, son sobrias: así el turista puede adaptarlas a sus necesidades con facilidad. Desde dentro, la relación visual con el exterior es directa a través de la zona de ducha, que se coloca en la fachada, pero queda protegida de la visión desde la calle por el gran telón y unos vinilos. Esto "surge de pensar que el dormir y el lavarse son las actividades principales para un turista en un hotel. Una vez decidido esto, se lleva la ducha a la fachada, dándole la mayor cantidad de luz y aprovechando la necesidad de intimidad para generar una secuencia de transparencia", afirman desde Equip.
Vía: diarioDESIGN
En este proyecto, que ocupa el edificio del viejo Teatro Colón, Equip ha esquivado con imaginación la austeridad y sobriedad reinante, que también se contagia a la arquitectura y ha convertido este espacio ganado a la telaraña de callejuelas de este barrio en una fiesta.
Haciendo honor al antiguo teatro, Equip ha convertido la fachada en un telón de lona tensada, que modifica radicalmente el entrono y cambia él también según la hora del día y las diferentes condiciones de luz natural y artificial que emana del interior. El telón está llamado a ser cambiado según la temporada.
Los arquitectos decidieron conservar la fachada histórica, pese a no estar protegida, e insertar la construcción entre ésta y la medianera del edificio contiguo. El cuerpo de habitaciones se ha dispuesto "como si de una estantería se tratara y utiliza patios de luz, recurso que se toma de las edificaciones históricas del compacto casco antiguo".
Así, los espacios comunes adquieren un aire dramático, situándose por debajo del nivel de la calle. Ya desde la planta baja, se ubican las primeras habitaciones, que solucionan el dilema de la privacidad gracias a estar agrupadas a ingeniosas entradas de luz natural y al desdoblamiento de las plantas. Las zonas públicas incluyen rincones y pequeños espacios diferenciados a base de distintas formas, colores y mobiliario, que hacen suyos el dinamismo y la diversidad cultural del entorno.
Las habitaciones, sin embargo, son sobrias: así el turista puede adaptarlas a sus necesidades con facilidad. Desde dentro, la relación visual con el exterior es directa a través de la zona de ducha, que se coloca en la fachada, pero queda protegida de la visión desde la calle por el gran telón y unos vinilos. Esto "surge de pensar que el dormir y el lavarse son las actividades principales para un turista en un hotel. Una vez decidido esto, se lleva la ducha a la fachada, dándole la mayor cantidad de luz y aprovechando la necesidad de intimidad para generar una secuencia de transparencia", afirman desde Equip.
Vía: diarioDESIGN
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