Es obra del diseñador Daan Mulder, que inspirado por la idea de la forma continua, creó este asiento a partir de tres placas de acero cortadas con láser, y moldeadas en un sereno garabato lleno de elegancia, una locura de formas orgánicas y líquidas. El asiento se basa en tres puntos de apoyo que parecen sujetar sin esfuerzo a quien se siente en su metálica superficie.
El acabado final, está a cargo de una capa de pintura color plata, que le confiere un brillo satinado, el cual, junto a sus formas sinuoosas y poco terrenales, lo convierten en una obra de arte de aspecto futurista.
El acabado final, está a cargo de una capa de pintura color plata, que le confiere un brillo satinado, el cual, junto a sus formas sinuoosas y poco terrenales, lo convierten en una obra de arte de aspecto futurista.
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