Lo podemos encontrar presente en una gran selección de complementos como son mantas, edredones, cojines, alfombras, pufs, sillas tapizadas o papeles pintados, entre otros, pero el éxito de su aplicación consistirá en no caer en el exceso, simplemente dotar de una nota de color y originalidad a la estancia. Utilizarlo en accesorios de este tipo es perfecto, ya que se pueden cambiar por otros con facilidad cuando nos cansemos y renovemos la decoración.
Este tipo de estampados trasmiten calidez y con pequeños detalles conseguiremos potenciar su efecto. Sus variados diseños serán los encargados de crear diferentes ambientes, utilizando unos u otros dependiendo del tipo de muebles que tengamos, de los materiales y texturas que vayamos a utilizar en su confección y de nuestro gusto personal. Encajan en diversos ambientes pero se deben utilizar correctamente, ya que una mala disposición acabaría con el toque étnico tan elegante que puede llegar a representar.
En zonas monocromáticas, ya se hayan empleado tonos claros u oscuros, el resultado será espectacular ya que romperá el equilibrio de tonalidades pero mantendrá la armonía estética, integrando colores diferentes y estampados atrevidos en un mismo plano. Permite innovar sutilmente sin renunciar a la idea originaria que describía la estancia.
Se pueden encontrar con diversos estampados: Cocodrilo, cebra, leopardo, serpiente, vaca, jaguar, etc, y estos a su vez en distintas versiones y tonalidades, con manchas, en degradé, difuminados, e incluso en versiones de lo más realistas, bien por la intensidad de sus colores y/o por sus texturas.
Sus característicos diseños y la creación de variados productos son los responsables de que el “animal print” pueda ser utilizado en todos los rincones de la casa, poniendo un toque salvajel y lleno de creatividad, desde las toallas del baño, pasando por la mantelería o los cojines del salón y hasta la ropa de cama de nuestro dormitorio, entre sus muchas posibilidades.
Vía: El rincón de Sonia
No hay comentarios:
Publicar un comentario