Persianas exteriores

Las persianas exteriores son elementos mecánicos que puede instalar en ventanas, balcones, puertas, pérgolas o vallas y que sirven para regular el paso de la luz natural y controlar la privacidad de las estancias en las que las coloque. Además, le ofrecen protección frente a la radiación solar y a la carga del viento, así como a otros agentes atmosféricos adversos.

Entre otras muchas ventajas, estas persianas de exterior le aportan altos valores de aislamiento térmico y acústico, lo que se traduce en un ahorro energético considerable que se verá reflejado en sus facturas. Son barreras permeables que también suponen un extra de seguridad, ya que gracias a los avances tecnológicos incorporan potentes sistemas antirrobo.

¿Qué tipos de persianas de exterior existen?

La persiana exterior podemos clasificarla en varios tipos, atendiendo a diferentes factores como el material con el que esté fabricada, su accionamiento, las lamas, el cajón o las guías.

La persiana exterior según su material de fabricación

La primera clasificación de las persianas exteriores que podemos hacer es en función de su material de fabricación. Las hay de varios tipos, si bien las más comunes son las de PVC, aluminio y madera.

– Policloruro de vinilo (PVC): es un tipo de plástico reciclable de gran ligereza y resistencia al deterioro. Además, es una materia prima dúctil y que presenta una gran estabilidad dimensional.

– Aluminio: hablamos de un metal poco pesado y no ferroso, que también es muy ligero y maleable y ofrece una gran resistencia a la corrosión.

– Madera: le ofrece posibilidades decorativas ilimitadas, ya que se trata de un material muy elegante y funcional. Es un producto natural que, no obstante, requiere de un mantenimiento más exhaustivo.

Persianas exteriores en función de su sistema de accionamiento

Todas las persianas de exterior cuentan con los mismos mecanismos básicos y accesorios, si bien el impulso que las hace funcionar es diferente. De este modo, atendiendo al sistema de accionamiento, estos son los tipos más comunes que hallará en el mercado:

– Automáticas: son aquellas que incorporan un motor que sirve para automatizar el proceso de bajada y subida con tan solo pulsar un botón.

– De cinta: nos referimos a las que cuentan con una cuerda, generalmente de polipropileno, de la que tiene que tirar para subirlas y soltar para bajarlas. Son las más tradicionales.

– De manivela: emplean un mecanismo cardan que le permite subirlas o bajarlas con comodidad. Algunas de las que van a motor también disponen de este método de accionamiento, ideal cuando falla el suministro eléctrico.

Persianas de exterior según sus lamas o paño

La persiana exterior, igualmente, puede dividirse en varios tipos cuando nos fijamos en sus lamas, lo que también se conoce como paño. Las más habituales en el mercado son las siguientes:

– Persianas enrollables exteriores: sus lamas pueden ser de PVC, aluminio o madera y son las que impiden por completo el paso de la luz y aíslan la ventana del exterior. Dentro de este modelo incluimos las de esterilla.

– Persianas enrollables de exterior orientables: son aquellas cuyas lamas podemos orientar como mejor nos convenga para protegernos de las inclemencias meteorológicas o dejar entrar en nuestras estancias la cantidad de luz natural que queramos.

– Persianas alicantinas: también son enrollables, y sus lamas, generalmente de madera, están dispuestas de manera horizontal y van unidas mediante ganchos galvanizados. Están entre las más económicas del mercado.

– Persianas graduables: le permiten regular la intensidad de luz que entra en su vivienda y están compuestas por tablillas horizontales de diferentes materiales como plásticos o metales. Son una potente barrera frente al deslumbramiento y el sobrecalentamiento.

– Persianas venecianas: se componen de láminas fabricadas en diferentes materiales como madera, aluminio, plástico o PVC, dispuestas también de forma horizontal. Estas lamas pueden ser planas, de cantos rebordeados o en forma de Z. Son excelentes para regular la temperatura y la cantidad de luz y resultan muy decorativas.

– Persianas romanas: son menos robustas que las enrollables, si bien también pueden bloquear por completo el paso de la luz y proteger la ventana frente a las inclemencias del tiempo. Ocupan menos espacio, ya que no necesitan un cajón para enrollar los listones.

Persianas exteriores en función de su cajón

El cajón es una parte fundamental de la estructura de una persiana exterior. Podemos hacer tres clasificaciones según este criterio:

– Sistema compacto: el más extendido y fácil de instalar, favorece altos niveles de aislamiento.

– Sistema mini: se instala por el exterior, delante de la ventana o en la fachada, y evita toda transferencia térmica.

– Sistema tradicional: no existe cajón como tal, sino que sus componentes se integran en un hueco en el muro.

Para finalizar podemos clasificar también estas persianas enrollables exteriores según sus perfiles o guías, que generalmente son de aluminio o PVC. Además de las mencionadas, en el mercado hay otros tipos de persianas exteriores como la persiana de exterior plisada, la de panel o la celular.

Vía: Revista Muebles