Cuando hablamos de madera cuperizada, más concretamente pino cuperizado, nos referimos básicamente a listones o rastreles tratados en autoclave. Si bien no es del todo erróneo hablar de esta forma, no es exactamente lo mismo, existe una pequeña diferencia técnica que en poco afecta a la calidad de la madera, sin embargo tiene una gran influencia sobre el resultado final, el color.
¿Qué tipo de tratamiento es este y para qué sirve?
Independientemente del uso que se le vaya a dar a la madera es muy recomendable utilizar algún tratamiento protector que nos asegure que esta madera va a tener una vida larga en las mejores condiciones. Cuando el uso que va a recibir implica que esta se encuentre en el exterior, es decir, sometida al sol, viento, lluvia, insectos, etc. el tratamiento debe ser más radical. Es en este ámbito cuando podemos hablar de madera tratada en autoclave, con mayor frecuencia la madera más utilizada para ello es el pino, tanto por sus cualidades físicas como por su precio y disponibilidad.
Este tratamiento consiste en secar la madera sometiéndola al vacío, dentro de depósito, donde se consigue eliminar su humedad interior. Posteriormente se le aplican sales de cobre, con las que se protegen las células de la madera.
El color en la madera cuperizada
Al aplicar este tratamiento, la madera adquiere un tono verdoso, si este es el caso podemos referirnos al resultado como pino cuperizado, siempre y cuando sea pino y tenga este tono verdoso. Sin embargo junto con el tratamiento en autoclave se puede utilizar otros para mantener en la medida de lo posible el color original de la madera o incluso alcanzar otras tonalidades.
Vía: Maderame
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