Vivir de alquiler no significa tener que estar únicamente con unos pocos recursos básicos y funcionales que tengan carácter temporal. Por eso, le mostramos algunos principios con los que cambiar esta tónica y convertir su piso de alquiler en un hogar acogedor.
Aunque esta vivienda no sea su casa habitual y estable, existe la posibilidad de poder decorarla como si fuese suya, con muebles sofisticados y correctamente dispuestos. El principal propósito es alcanzar el grado de comodidad, aportando un toque personal para sentirnos como en nuestra propia casa.
En todo momento, debemos plantearnos la necesidad de poder residir en un lugar que esté bien acondicionado. De hecho, hay muchas familias que, por cuestiones de trabajo o personales, han alquilado una casa y, al llevar años y años en ella, se ha convertido en su alojamiento principal.
Principal objetivo: personalizar
Si está viviendo en un piso de alquiler y va a estar mucho tiempo en él, es recomendable decorarlo de forma personalizada; es decir, conviene que posea todos aquellos elementos con los que tener esa estética que permita identificarse.
Uno de los errores que comúnmente cometemos es continuar utilizando el mobiliario y la decoración de los antiguos inquilinos. Esto es bastante habitual en los pisos de estudiantes. Estaríamos hablando de residir en un lugar que, evidentemente, no nos representa.
Lo mejor que podemos hacer es personalizar el lugar, incorporando los recursos y colores que más nos gusten y que vayamos a utilizar. Esto no quiere decir que quitemos los muebles que tenga la casa: se pueden reutilizar pero a nuestra manera, tratando de combinarlos con otros nuevos que decidamos incorporar.
4 consejos interesantes a tener en cuenta
Dentro del mundo del interiorismo es muy fácil conformarse con los recursos básicos con los que poder vivir, pero a la larga pueden resultar aburridos y saturar nuestra percepción del bienestar, ya que tendremos comodidad pero sin ser de nuestro agrado. Le mostramos algunos consejos útiles para decorar:
En el salón es imprescindible que se complete con los recursos básicos: sofá, estanterías, lámparas y mesa de comedor. En cambio, el toque personal se fijará a través de las cortinas, la alfombra y otros objetos decorativos.
En el dormitorio puede resultar más sencillo cambiar la estética. El edredón y el color que incorporemos en la pared debe ser de nuestro agrado. Es recomendable que exista un ambiente apacible y cálido que favorezca la conciliación del sueño y la relajación.
En el cuarto de baño es donde mayores limitaciones podemos encontrar. Al ser un piso de alquiler no podemos realizar reformas y cambiar aquello que pueda estar anticuado. Por eso, lo mejor es que se incorporen algunos detalles personales con los que ambientar el lugar a nuestro antojo.
Las paredes suelen estar completamente vacías o con algún cuadro. Lo mejor es que se quite todo lo que las cubra y dispongamos lo que realmente nos agrade, con el fin de que pueda embellecer los interiores a través de pinturas, relojes, espejos, pañuelos, etc.
Cambie el color de las habitaciones
Cuando alquilamos una vivienda, normalmente no está a estrenar ni tiene la pintura de las paredes en perfecto estado. Se comprueba claramente que ha habido un uso previo y que, por tanto, hay ciertas habitaciones que pueden tener la pintura desgastada.
En este caso, lo idóneo es que se cambien los colores de las habitaciones. Trate de aplicar tonalidades que representen su personalidad y que traten de generar una ambientación en el lugar.
Merece la pena realizar este cambio con el fin de que la casa sea más acogedora, que nos sintamos más a gusto y, por supuesto, que transmita viveza y luminosidad. De esta manera, podemos convertir una vivienda de alquiler en nuestro propio hogar.
¿Cómo renovar una casa antigua?
En muchas ocasiones nos encontramos con que la vivienda que alquilamos es bastante antigua. Esto puede suponer que algunos recursos decorativos, como las lámparas o los muebles, sean también bastante antiguos.
Trate de cambiarlos y disponer una decoración más moderna y joven, con el fin de que se cambie esa dinámica anticuada y se trate de buscar una nueva apariencia con la que pueda sentirse más a gusto.
Principal objetivo: personalizar
Si está viviendo en un piso de alquiler y va a estar mucho tiempo en él, es recomendable decorarlo de forma personalizada; es decir, conviene que posea todos aquellos elementos con los que tener esa estética que permita identificarse.
Uno de los errores que comúnmente cometemos es continuar utilizando el mobiliario y la decoración de los antiguos inquilinos. Esto es bastante habitual en los pisos de estudiantes. Estaríamos hablando de residir en un lugar que, evidentemente, no nos representa.
Lo mejor que podemos hacer es personalizar el lugar, incorporando los recursos y colores que más nos gusten y que vayamos a utilizar. Esto no quiere decir que quitemos los muebles que tenga la casa: se pueden reutilizar pero a nuestra manera, tratando de combinarlos con otros nuevos que decidamos incorporar.
4 consejos interesantes a tener en cuenta
Dentro del mundo del interiorismo es muy fácil conformarse con los recursos básicos con los que poder vivir, pero a la larga pueden resultar aburridos y saturar nuestra percepción del bienestar, ya que tendremos comodidad pero sin ser de nuestro agrado. Le mostramos algunos consejos útiles para decorar:
En el salón es imprescindible que se complete con los recursos básicos: sofá, estanterías, lámparas y mesa de comedor. En cambio, el toque personal se fijará a través de las cortinas, la alfombra y otros objetos decorativos.
En el dormitorio puede resultar más sencillo cambiar la estética. El edredón y el color que incorporemos en la pared debe ser de nuestro agrado. Es recomendable que exista un ambiente apacible y cálido que favorezca la conciliación del sueño y la relajación.
En el cuarto de baño es donde mayores limitaciones podemos encontrar. Al ser un piso de alquiler no podemos realizar reformas y cambiar aquello que pueda estar anticuado. Por eso, lo mejor es que se incorporen algunos detalles personales con los que ambientar el lugar a nuestro antojo.
Las paredes suelen estar completamente vacías o con algún cuadro. Lo mejor es que se quite todo lo que las cubra y dispongamos lo que realmente nos agrade, con el fin de que pueda embellecer los interiores a través de pinturas, relojes, espejos, pañuelos, etc.
Cambie el color de las habitaciones
Cuando alquilamos una vivienda, normalmente no está a estrenar ni tiene la pintura de las paredes en perfecto estado. Se comprueba claramente que ha habido un uso previo y que, por tanto, hay ciertas habitaciones que pueden tener la pintura desgastada.
En este caso, lo idóneo es que se cambien los colores de las habitaciones. Trate de aplicar tonalidades que representen su personalidad y que traten de generar una ambientación en el lugar.
Merece la pena realizar este cambio con el fin de que la casa sea más acogedora, que nos sintamos más a gusto y, por supuesto, que transmita viveza y luminosidad. De esta manera, podemos convertir una vivienda de alquiler en nuestro propio hogar.
¿Cómo renovar una casa antigua?
En muchas ocasiones nos encontramos con que la vivienda que alquilamos es bastante antigua. Esto puede suponer que algunos recursos decorativos, como las lámparas o los muebles, sean también bastante antiguos.
Trate de cambiarlos y disponer una decoración más moderna y joven, con el fin de que se cambie esa dinámica anticuada y se trate de buscar una nueva apariencia con la que pueda sentirse más a gusto.
Vía: midecoración
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