Diván de forja, el clásico más moderno
Para que un diván de forja se adapte perfectamente al lugar en el que lo vamos a colocar, hay que considerar factores como el espacio y la decoración.
El diván de forja, como su nombre indica, está fabricado de un material muy similar al hierro y es la forja. Es un material maleable tanto en frío como en caliente y es capaz de ser tallado con una belleza que lo dota de una elegancia única. El diván de forja se puso de moda en el siglo XIX y en la época del romanticismo, llegó a cafeterías.
Posteriormente se utilizó en las consultas de los médicos y ha llegado hasta nuestros días como un complemento perfecto para nuestra casa. El diván puede ser de múltiples formas, desde divanes rodeados por tres de sus lados de forja, como sólo por dos. Generalmente, si vamos a colocar el diván a los pies de la cama, suele tener dos zonas de apoyo. Si lo vamos a colocar al lado de una pared, suele tener tres lados de este material para darle una mayor decoración.
Usos del diván de forja
El diván de forja puede tener varios usos. Una de las opciones es a los pies de la cama, como si fuera una extensión de esta. Otra opción es colocarlo al lado de una pared y usarlo a modo de sofá o de zona de descanso. Para habitaciones más reducidas, el diván de forja se puede utilizar como cama, creando un efecto visual muy cálido. Para sacarle al diván de forja el máximo partido, puede seguir estos consejos:
Elija el color de la forja: puede ser más oscura, pero también puede pintarlo de blanco si algún día quiere darle un cambio de imagen a su habitación.
Los estampados de las colchas, cojines y mantas son imprescindible. Juegue con texturas y tejidos para crear un lugar único.
Vía: Westwing
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