La diseñadora canadiense Natasha Thorpe diseñó el interior de esta clínica de ortodoncia, ubicada en un centro comercial de la ciudad de Brossard, con el fin de crear un ambiente relajado tanto para los pacientes como para los profesionales que allí trabajan. En su proyecto, las superficies suavemente curvas, la madera clara, los colores neutros, la planta abierta y la adecuada iluminación se han convertido en los elementos claves para conseguir una estética cálida pero sobria.
A la clínica Go Orthodontistes se accede a través de un largo pasillo, que relaciona el centro comercial con el interior cuidadosamente diseñado. Este flujo circulatorio encuentra su réplica dentro del establecimiento donde, de manera natural, se conduce a las visitas hacia la sala de espera.
Esta estancia está bañada por la luz natural y el acabado claro satinado de la madera de abedul ruso capta esa luz, creando una agradable atmósfera. Esta madera también fue elegida por su rigidez y resistencia a la deformación. Complementando al banco volado, las mesas bajas permiten una configuración personalizada y pueden apilarse una debajo de la otra para disponer de más espacio libre. Además y de forma intencionada, ningún asiento da la espalda a la entrada para reducir la aprensión.
Los espacios públicos y privados de la clínica están definidos por el grado de opacidad de los materiales y su visibilidad desde diferentes posicionamientos: desde la zona de espera, la clínica es visible más allá del mostrador de recepción; las sillas dentales en el área de tratamiento se insinúan detrás de una malla de bronce y un panel de vidrio; las áreas privadas, como la sala de consulta, son completamente opacas; y algunas zonas, el laboratorio y el centro de esterilización de instrumentos fueron tratados con vidrio transparente con una película blanca translúcida, aplicada de forma que los médicos pudieran trabajar en semi-privacidad.
El mobiliario diseñado a medida se cuidó al máximo como parte importante del diseño integral de la clínica, creando un fuerte vínculo entre todos los elementos. El largo pasillo de entrada proporciona el espacio de almacenamiento esencial para una oficina de 180 m²: un lateral cuenta con cajones para guardar los aparatos de ortodoncia y el otro sirve como guardarropa. Además del vestidor y el almacenamiento, también se diseñaron a medida los bancos de la sala de espera, los gabinetes de la oficina privada, del laboratorio y la sala de conferencias, el mostrador de recepción y la instalación de iluminación.
Esta estancia está bañada por la luz natural y el acabado claro satinado de la madera de abedul ruso capta esa luz, creando una agradable atmósfera. Esta madera también fue elegida por su rigidez y resistencia a la deformación. Complementando al banco volado, las mesas bajas permiten una configuración personalizada y pueden apilarse una debajo de la otra para disponer de más espacio libre. Además y de forma intencionada, ningún asiento da la espalda a la entrada para reducir la aprensión.
Los espacios públicos y privados de la clínica están definidos por el grado de opacidad de los materiales y su visibilidad desde diferentes posicionamientos: desde la zona de espera, la clínica es visible más allá del mostrador de recepción; las sillas dentales en el área de tratamiento se insinúan detrás de una malla de bronce y un panel de vidrio; las áreas privadas, como la sala de consulta, son completamente opacas; y algunas zonas, el laboratorio y el centro de esterilización de instrumentos fueron tratados con vidrio transparente con una película blanca translúcida, aplicada de forma que los médicos pudieran trabajar en semi-privacidad.
El mobiliario diseñado a medida se cuidó al máximo como parte importante del diseño integral de la clínica, creando un fuerte vínculo entre todos los elementos. El largo pasillo de entrada proporciona el espacio de almacenamiento esencial para una oficina de 180 m²: un lateral cuenta con cajones para guardar los aparatos de ortodoncia y el otro sirve como guardarropa. Además del vestidor y el almacenamiento, también se diseñaron a medida los bancos de la sala de espera, los gabinetes de la oficina privada, del laboratorio y la sala de conferencias, el mostrador de recepción y la instalación de iluminación.
Las connotaciones de color también fueron fundamentales para crear la tranquila atmósfera que se vive en Go Orthodontistes. La paleta cromática favorece los tonos naturales claros que muestran los materiales nobles, elegidos por su durabilidad, calidez al tacto y facilidad de mantenimiento, y busca que los visitantes se sientan cómodos. El hormigón original del suelo y las columnas se pulió y se dejó intacto, preservando un enlace entre el pavimento y la propia estructura del edificio.
Para más información visiten: Natasha Thorpe, Go Orthodontistes Brossard Clinic
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