El mindfulness está de moda. Podemos considerarlo una filosofía de vida, aunque coloquialmente este término hace referencia a la práctica de un tipo de meditación y relajación corporal. El mindfulness hace que sintamos que cada momento es único, que seamos conscientes de nuestro cuerpo y que podamos disfrutar con mayor detenimiento, experimentando al máximo, cualquier situación.
¿Podemos extender la filosofía mindfulness a una casa? Sí, podríamos hacerlo. El secreto está en crear una casa pensada para vivir, no para impresionar a nadie. Un hogar en el que valorar el tiempo, ya sea durmiendo, comiendo o realizando alguna actividad, como meditar. Le acercamos algunas ideas que pueden venirle bien para crear una casa mindfulness.
Potencie la luz natural de su hogar
Si lo que buscamos es una casa mindfulness, necesitamos entonces un lugar en el que nos sintamos bien y tranquilos. La luz natural es una fuente de vida que, además de iluminar los espacios y hacerlos más grandes, pueden transmitir precisamente ese bienestar y esa tranquilidad; Y es que un espacio bien iluminado, en el que se aproveche toda la luz natural posible, será mucho más confortable que una habitación oscura, cerrada al exterior. Evite, así, las cortinas demasiado gruesas.
En el caso de la luz artificial, que siempre son necesarias. Una casa mindfulness debería contar con luz cálida. Busque así bombillas que den luz más anaranjada y menos blanca. Además, intente jugar con las luces indirectas, para poder crear ambientes más acogedores por la noche.
El menos es más
No es que todas las casas minimalistas sean mindfulness, ni todas las casas mindfulness deban ser minimalistas. No obstante, esta filosofía se siente mucho más cómoda con diseños sencillos de líneas rectas. Decoración que transmita paz y armonía. Lugares poco atestados de muebles y elementos. Así pues, intente que las estancias tengan cierto equilibrio, sin sobrecargarlas.
Use materiales naturales
El minimalismo, en ocasiones, puede pecar de frío. Contrarreste las líneas rectas de sus muebles y la sencillez de sus espacios con materiales naturales. No hay que olvidar que todas estas filosofías, en las que se trabaja tantísimo la mente, se busca cierta conexión no sólo con uno mismo, también con el entorno, con la naturaleza. Qué mejor forma de hacerlo que incluyendo maderas y piedras naturales en su casa.
Evidentemente, el uso de plantas para la decoración también es más que bienvenido. El verde más natural. Macetas verdes, grandes y elegantes, que aumenten esa conexión con la tierra y la naturaleza.
Una cocina mindfulness
Cocinar es importante. También para esta filosofía. Los mejores materiales o los más sanos, son la madera y la cerámica. Cocinar con utensilios con estos materiales será, por tanto, una buena opción. Pero, además, puede incluir todo lo aprendido en los apartados anteriores. Por ejemplo, optando por la mezcla de madera y tonos blancos en los muebles de cocina, algo que, además, es tendencia.
Un baño zen
Sí; y es que, si nos damos cuenta, los baños tipo zen no se alejan demasiado de esta filosofía. Baños en los que la madera y los materiales naturales como la piedra están muy presentes. Lo ideal es, además, que este año no esté cerca de la cocina y que su puerta no se vea desde la entrada. Busque privacidad en un rincón en el que poder relajarse e incluso tener sus minutos mindfulness.
Detalles mindfulness
Detalles decorativos como los textiles, también deben ser lo más natural posible. Escoja modelos con telas de algodón, lino o lana, por ejemplo. Además, puede incluir piezas decorativas de madera, porcelana, arcilla o piedra, pues son considerados, también, materiales mindfulness.
El templo del descanso
Un dormitorio mindfulness debe tener grandes dosis de luz natural. Debe ser un espacio lleno de silencio, evitando así tener televisiones y otros aparatos electrónicos. En cuanto a la luz artificial, busque lámparas de luz tenue, que no recaigan directamente sobre la cama. Además, la ropa de cama, como comentábamos, mejor que sea de tejidos y fibras naturales como el algodón o el lino.
Vía: habitissimo
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