domingo, 26 de junio de 2016

Interiores originales: Viviendas construidas en cuevas.

Vivir en una cueva, al igual que en el caso de las iglesias reconvertidas, supone más un estilo personal de vida que un modo práctico de vivir. Porque lo que se dice prácticas prácticas tampoco son, especialmente si no se trata de imitaciones.

Y es que al construirse en entornos naturales es cierto que sus muros resguardan de las inclemencias del tiempo exterior, pero a la vez pueden generar humedades (no se recomienda utilizar madera en el suelo), las instalaciones de electricidad y fontanería no son fáciles (las rozas no se hacen igual en muro de ladrillo que en roca dura ;-) y muchas de ellas adolecen de una falta de luz en varias estancias, ya que las aberturas al exterior suelen ser pocas o únicas, lo que implica en este último caso una mala ventilación en general. Además, algunas de ellas tienen recovecos poco aptos para personas altas, lo que obliga a tener cuidado con las frentes y cabezas…
A cambio, quien tenga la posibilidad de montar su vivienda en una, sentirá la sensación de vivir en comunión con la naturaleza y con su conciencia ecológica, pues no contaminan visualmente el entorno, podrán ahorrar en costes de construcción (pues los muros ya estarán levantados) y seguro vivirán de una forma diferente, original y alternativa al común de los mortales.
Lo ideal a la hora de elegir una cueva como vivienda es utilizar tonos muy claros en el interior (blancos o huesos) y aprovechar al máximo los huecos y recovecos que la propia naturaleza ha dejado, para evitar al máximo posible la realización de obras. La falta de luz interior puede suplirse con una iluminación adecuada, cálida, indirecta, matizada, situada en varios puntos y con apoyo de velas u otros elementos que potencien el aspecto recogido del entorno. Y para los muebles, en la medida de lo posible, lo ideal es elegir tonos en armonía con el entorno (blancos y azules si están junto al mar, blancos, ocres y visones si se encuentran en el campo, etc.) quizás con algún toque puntual de color en cojines o alfombras para darle algo de vida.
En fin, que los hay que sueñan con mudarse al Caribe y montar un chiringuito y los hay que prefieren fantasear con dejar la ciudad, recoger los bártulos y mudarse a una gruta alejada del mundanal ruido. Para todos ellos van dedicadas estas imágenes de interiores originales construidos en cuevas.

Vía: Decofilia

















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