Reforma de un piso de 100 metros cuadrados

Gracias a una cuidadosa reforma y a una decoración ecléctica y chic, este piso de los años 30, en pleno barrio madrileño de Salamanca, ha ganado amplitud, luz y funcionalidad. La reforma de este piso de 100 metros cuadrados, realizada por el arquitecto Jaime Armengot, consistió en eliminar las cuatro estancias que daban a la calle y convertirlas en un solo espacio destinado a salón, comedor y cocina. La parte posterior, donde se hallaba la cocina y el cuarto de servicio, alberga ahora el único dormitorio, con vestidor y un magnífico cuarto de baño. 

Los propietarios, de origen mexicano, se han encargado personalmente de la decoración de su vivienda, con piezas procedentes de distintos países, y por supuesto, dándole especial protagonismo a la hermosa artesanía mexicana. Por ejemplo, sobre la chimenea de mármol, adquirida en El Rastro, colocaron un espejo redondo de alpaca, que dota de gran personalidad a la zona del salón.

Otra pieza muy especial es el sofá chester en patchwork, adquirido en Londres, que contrasta con el sillón de líneas rectas, de La Oca. La mesa de centro la compraron en El Rastro, pero fue el propietario de la vivienda quien la lijó y restauró para adecuarla al entorno donde iba a ser colocada.

Las lámparas y los cojines fucsias son de Habitat.

Detalle de un costado de la chimenea con embocadura de mármol y de las librerías de obra que la flanquean. El suelo de lamas de madera color tabaco se colocó en toda la estancia rectangular, para dar continuidad a toda la zona.

Otro rincón del salón, con una consola de madera mexicana, sobre la que destaca una imagen de la Virgen, procedente de Guanajuato, México. La silla de oficina con ruedas es de los años 50.

Al unir las habitaciones, también fue preciso hacer un trabajo especial en los techos,para uniformar toda la estancia. Las molduras de escayola clásica, a modo de friso, ocultan los rieles de las cortinas y salvan las diferentes alturas. Un falso techo en la zona de la cocina alberga conductos y otras instalaciones.

Imagen de toda la estancia desde la zona de la cocina, con isla de comedor, en donde se aprecia el suelo de madera que unifica todos los espacios.

La cocina, de la firma Moretti, está distribuida en forma de L, con armarios de acero inoxidable de suelo a techo, donde van encastrados los electrodomésticos, de Míele. A la izquierda, la zona de aguas y, enfrente, el módulo en isla, dividido en zona para comer y en zona de cocción, con una placa de vitrocerámica. Sobre ésta, destaca el extractor de humos encastrado en el techo.

Para los propietarios, era vital que la zona de comedor se hallara cerca de la cocina, y ésta fue la solución que eligieron: una mesa de Corian que comparte espacio con la zona de cocción. Los taburetes son todos distintos y de diferentes procedencias, incluso, de un pub inglés.

La encimera de la zona del fregadero y el frente de la pared se revistieron de Corian, el mismo material del módulo central.

El dormitorio se empapeló con un papel pintado japonés, con acabado en plata, que le da un toque sofisticado a la estancia.

Detalle de una zona del vestidor, en donde se destinó una balda extraíble para colocar los joyeros y vaciabolsillos.

En diferentes partes de la vivienda se realizaron armarios empotrados, con puertas laqueadas en blanco, que se camuflan con las paredes. Éste se encuentra en la zona que conduce desde el salón al dormitorio y se diseñó como zapatero. Tiene capacidad para 40 pares de zapatos, cuenta con barras extraíbles y distintas alturas dependiendo del tipo de calzado.

El cuarto de baño se revistió de cemento pulido en tono gris antracita, y cuenta con una ducha situada en la esquina, un mueble que alberga los dos lavamanos sobre la encimera y espejos que amplían el espacio y la luz de la habitación. 

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Vía: decoratrix