Se compone de un bloque de látex envuelto en una funda acolchada. La obtención de dicho bloque se consigue al espumar el líquido obtenido del árbol Heveas Brasiliensis, abundante en Malasia.
El bloque toma forma del molde de diferentes fabricantes. Generalmente, dispone de orificios que permiten la circulación del aire y que se distribuyen de manera desigual sobre la superficie para crear diferentes zonas de confort. El látex se adapta al cuerpo de manera más uniforme que los muelles por lo que se considera una evolución de este tipo de colchón. Otro uso del látex se da como sustitución de las planchas de poliuretano de los colchones tradicionales proporcionando así una fórmula mixta de descanso. La adaptabilidad del látex hace a los colchones idóneos para combinarlos con somieres abatibles o camas eléctricas.
2. Mezcla: va desde el 20% de látex, a un 50% del mismo, combinado con espumas. Generalmente son menos propensos a desarrollar humedad y son menos pesados que los de látex natural.
3. Natural: se considera natural cuando en un 85% es látex y el resto espumas u otros tipos de materiales, generalmente, aditivos utilizados para el transporte a Europa del líquido obtenido en Malasia.
Es muy importante tener en cuenta que la legislación en España permite etiquetar a los dos primeros tipos de látex como Látex 100%, lo cual habitualmente lleva a engaño ya que se trata de productos que son sintéticos en su mayor parte.
En el caso del látex natural, por lo general de coste más elevado, puede ser etiquetado como tal cuando supera el 85% de materia natural. Las principales pegas es que el látex debe ser aireado al menos dos veces en semana y si el porcentaje de látex natural es muy alto, el colchón resulta muy pesado para moverlo, se degrada antes que el sintético y es más dado a desarrollar moho.
Vía: Wikipedia
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