

TIPOS DE PUERTAS


Puertas acorazadas: las mejores y más seguras de todas, suponen un grado muy alto de seguridad y aportan mucha confianza. El sistema que aportan estas puertas es muy completo y está presente en todos los puntos a reforzar. Por ejemplo, el cerco de la puerta está forrado con una chapa de acero de un espesor mínimo de 2,5 milímetros; por su parte, la estructura interna de la hoja es también de acero, forrado de madera o metal. Las bisagras son siempre de tipo anti-palanca y pueden ir soldadas (mayor protección) o atornilladas. Estas puertas son la mejor elección para casas individuales o adosadas, que tengan objetos de valor dentro, que vayan a estar deshabitadas en períodos más o menos largos (segundas residencias) o en las que sus propietarios quieran contar con el máximo grado de confianza.
PUERTAS ACORAZADAS: ¿CÓMO DISTINGUIRLAS?
Si ya hemos decidido instalar una puerta acorazada en nuestra vivienda (y desde luego, es la opción más recomendable), entonces tendremos que fijarnos en una serie de detalles para evitar los engaños. Prestad atención:
El marco ha ser de acero, con un espesor mínimo de 2 mm en la chapa. Si el espesor es menor, deberá estar provisto de un premarco, también de acero y de 2,5 mm de grosor mínimo.
El plinto (parte inferior situada en el pavimento, donde apoya la hoja de la puerta cuando se cierra) será de dos centímetros de grosor como mínimo. Así se evita que se pueda insertar una palanca.
La hoja debe llevar doble chapa de metal en su interior y tener una holgura mínima con respecto del marco. Es aconsejable que no pase de los 95 kg de peso.
Las bisagras deben llevar un sistema de pivotes anti-palanca.
Las mejores cerraduras son las que llevan sistema anti-bloqueo (para evitar la inserción de tarjetas u otros medios que abran el pestillo), ganchos anti-palanca de acero galvanizado, un escudo protector que impida que se puedan taladrar y bulones (barras cilíndricas de metal que se insertan en el marco) resistentes a las sierras.
El cilindro de la cerradura debe llevar un sistema que evite su extracción y una llave anti-copia.
El número perfecto de pestillos para una puerta acorazada es de nueve; más pestillos implicarían un esfuerzo excesivo para la cerradura, que podría terminar estropeándose.
PRECIOS
En este caso es más cierto que nunca que merece la pena realizar una buena inversión. Un ladrón que vea distintas puertas en un inmueble siempre se decantará por la más débil, por lo que una buena puerta constituye una estupenda medida disuasoria.
Una puerta de seguridad se puede adquirir a partir de 300 €; las blindadas se encuentran a precios desde 700 €, mientras que las acorazadas pueden costar desde 1200 € en adelante. Los precios incluyen instalación e IVA, aunque si hay que cambiar la puerta original el importe subirá un poco más.
Vía: Deco Estilo
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