A finales de 2012, abrió las puertas un nuevo local en el distrito 22@, de Barcelona. La tienda-taller L’estoc, una empresa social donde producen y venden muebles de diseño propio elaborados a partir de materiales y muebles en desuso con el objetivo mejorar y dignificar la situación de las personas con discapacidad intelectual a través del trabajo.
Jordi Mayals es el impulsor de este proyecto que se transformó en realidad después de buscar con mucho esfuerzo y perseverancia un local para L’estoc. “Parecía que no encontraríamos nunca un local que cumpliera nuestras expectativas, nos ha costado mucho, pero finalmente lo hemos encontrado“, comenta satisfecho.
Para Jordi, la venta directa al público así como la visibilidad del trabajo que se realiza en el taller, son claves fundamentales. “Es importante que la gente capte todo el proceso“, manifiesta, por eso tienen un espacio donde apilan los materiales y muebles que deben recuperar, otro donde los tratan y los transforman, y un último de exposición, es decir, los nuevos muebles acabados.
Una economía sostenible se consigue tanto desde un punto de vista ambiental como social, por ello transforman los materiales recuperables en un recurso valioso a través de un proceso creativo único que ayuda a normalizar la vida de las personas con discapacidad.
Todas las piezas son únicas, y por ello numeradas. La combinación de materiales es la marca de la casa: de una persiana hacen un banco o un biombo, una puerta se convierte en una mesa, y una cuna lo convierten en un escritorio infantil. Y siempre:
Imprimiendo una mirada artística al trabajo artesanal.
Respetando los materiales nobles.
Respetando los materiales nobles.
Buscando el elemento sorpresa, original, dando un nuevo valor a la pieza.
Preservando la huella del tiempo en contraste con una mirada ingeniosa, fresca, colorida.
Preservando la huella del tiempo en contraste con una mirada ingeniosa, fresca, colorida.
En Cataluña hay registradas cerca de 378.000 personas con discapacidad, el 10,6% de las cuales con discapacidad intelectual. Casi el 55% se encuentran en edad de trabajar, pero sólo 7.800 son activas.
En L’estoc ofrecen un amplio abanico de posibilidades para la integración laboral. El trabajador se implica desde un inicio con la pieza: la arregla, le hace el tratamiento necesario, la pule, la pinta y la barniza. La actividad es muy estimulante, fomenta la creatividad y da mucha visibilidad a las capacidades y aptitudes de las personas con discapacidad. Por eso tienen el taller de carpintería y la tienda en el mismo local, en el centro de Barcelona.
L’estoc ha recibido el reconocimiento de los programas de apoyo al Emprendimiento Social de la Fundación La Caixa (2012) y de la Generalitat de Catalunya (2011).
Para más información visiten: L’estoc
Vía: infurma
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