No vamos a negarlo: cuando se trata de decoración de interiores, el color negro es un poco delicado, tanto que en muchas ocasiones, echa para atrás. Por eso, si uno no está muy convencido o no tiene una idea clara de lo que quiere, es mejor optar por otro color. Eso sí, en los casos en los cuales se tiene “claro y cristalino” que el negro será el color que marcará la decoración y se opta por esa posibilidad, el resultado es impactante.
El negro es sinónimo de elegancia. Lo ideal es mezclarlo con otro color totalmente opuesto y luminoso. Con el blanco, combina muy bien y crea ambientes modernos, con un punto de sofisticación. En este cuarto de baño, paredes y suelo se revistieron con gresite negro, y en contraste, el blanco fue el color elegido tanto para los sanitarios como para pintar el techo. Apueste por sanitarios de marcado estilo actual; son la clave para crear una imagen moderna en el cuarto de baño. El mueble de lavabo, de espejo negro, queda perfectamente integrado en la decoración, igual que los estantes de obra, que se revistieron igual que las paredes.
El gresite es una opción perfecta para revestir la ducha, ya que se trata de un material muy original y decorativo. Además, pese a que se suele creer todo contrario, el gresite se recomienda en especial para baños pequeños o difíciles, ya que logra ampliar visualmente su ambiente. Eso sí, al menos en el suelo de la ducha, el gresite debe ser antideslizante para evitar posibles caídas y resbalones.
Vía: decoratrix
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