La idea de Living Cube nació cuando el diseñador alemán Till Koenneker se trasladó a un apartamento con muy poco espacio de almacenaje. Realizó una serie de bocetos que, posteriormente, el carpintero Remi Zimmerli plasmó sobre plano para ejecutar esta estructura de 4 m de largo, por 1,4 m de ancho y 2 m de alto, con espacio de almacén en su interior, realizada en madera teñida de negro.
El frontal está dividido en 16 secciones. Doce de ellas sirven para almacenar libros, CDs, DVDs o discos de vinilo. Estas secciones están dispuestas alrededor de un hueco central donde cabe un televisor de hasta 48 pulgadas. Las otras cuatro secciones están destinadas a almacenar ropa.
La zona de zapatero tiene una capacidad para 12 pares de zapatos, y el amplio perchero, para 10 o 15 abrigos.
En la parte superior, a la que se accede por una escalera que forma parte de la estructura, se puede colocar un colchón y aún queda espacio para revistas, libros y demás trastos.
Pero Linving Cube nos reserva una última sorpresa…
Su interior es un amplio “walk-in closet” (traducido aproximadamente como vestidor), con unas estanterías metálicas para almacenar el resto de las pertenencias de Till, aunque puede tener múltiples usos: cuarto oscuro, zona de trabajo, biblioteca, cuarto de música, etc. La idea ha resultado tan exitosa que Till y Remi han decidido, a partir de enero de 2014, comercializar y ampliar las posibilidades del Living Cube, para que se adapte a diferentes espacios, con tamaños y soluciones a medida.
Para más información visiten: The Living Cube Furniture
Vía: decoratrix
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