Sobre el río Miño, en el noroeste de la península, es donde se encuentra esta moderna casa de ensueño diseñada por el arquitecto Quico Jorreto. La casa cuenta con una zona de espacios comunes en la que disfrutar de las vistas a los alrededores del río Miño y con otra zona más íntima para los espacios privados. En palabras de su creador:
"Una cueva, un ojo mirando el río, buscando el sol y un patio enterrado dando luz, ventilación y protección. El ojo lo suficientemente grande para calentar en invierno y disfrutar del paisaje, lo suficientemente pequeño para poder cerrarlo y proteger la cueva.
Un espacio de transición de acceso a la cueva, lugar de contemplación y meditación; agua, aire, tierra y fuego. Dentro de la cueva dos bloques de servicios separan el espacio de vida y sol de las zonas privadas y de descanso protegidas por el patio."
La casa está orientada al sur y estratégicamente dividida en tres estructuras separadas: el garaje, un cubo con un patio adyacente totalmente acristalado que ofrece maravillosas vistas a las montañas y al río, y un cubo central que alberga los espacios principales de la casa como la sala de estar, la cocina o los dormitorios. Es impresionante la elegancia conseguida con la unión de simples bloques de hormigón integrados en la hierba de la ladera.
Hay que destacar que la casa cuenta también con una gran piscina integrada en el volumen que está parcialmente situado en la ladera. Y que desde la piscina uno puede disfrutar de las fantásticas vistas que también se divisan desde buena parte de la casa.
La luz natural tiene gran importancia en el interior. En los bloques de hormigón se abren grandes ventanales, con puertas correderas de vidrio, que no solo permiten disfrutar de las vistas desde dentro, sino que establecen una comunicación directa con el exterior y permiten que los espacios de dentro de la casa resulten durante todo el día muy claros.
En las zonas comunes del interior el diseño se basa en los espacios abiertos y amplios. La decoración se completa con colorido alegre y muebles suaves de diseño contemporáneo. También tienen gran importancia los complementos textiles como cojines y alfombras.
Hay paneles verticales de madera pintada en blanco que le dan al conjunto un toque rústico. También el suelo de madera clara aporta calidez al ambiente. Sin embargo la cocina y el comedor son modernos y de estilo más bien minimalista. La casa cuenta también con una zona para trabajar con una mesa blanca y sillas de estilo Eames en varios colores.
La casa es un excelente ejemplo de equilibrio y armonía en todos los sentidos, armonía en el exterior entre el paisaje y el propio edificio y en el interior entre los diferentes estilos, las formas y los colores. Los toques con tonos intensos que rompen con el blanco y la naturalidad del la madera son excelentes y aportan mucha alegría.
Para más información visiten: Quico Jorreto
Vía: Decoesfera
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