Se compone de varias capas, normalmente de derivados de la madera, siendo la última capa un compuesto sintético que puede variar de composición, pero que generalmente es un compuesto de resinas de melamina a alta presión, que lleva impreso un dibujo imitando madera o incluso a otros materiales ( ladrillo, fotografías personalizas, etc.).
El grosor de la lama ( pieza de tarima ) suele ser de entre 6 y 12 mm . La longitud varía en función de los modelos, pero el estándar oscila entre 1280 y 1350 mm, con anchos de 150 y 180 mm. También existen anchos, largos y grosores especiales.
Existe un gran mercado de este producto, con gran cantidad de estilos, formatos, colores y texturas disponibles, existiendo imitaciones de prácticamente todas las maderas naturales (Roble, Haya, Ipe), así como de piedra o cerámicas. También se comercializan acabados con relieves, ya que ciertas marcas ofrecen un acabado rústico.
Es relativamente sencillo de instalar, y ha ganado popularidad en los últimos 20 años debido a lo sencillo de su mantenimiento y, sobre todo, a su precio, más económico que los materiales naturales.
La tarima flotante sintética o laminada puede estar garantizada, por norma general, desde 5 años hasta 35 años. La composición laminada del producto le permite resistir mejor las tensiones de deformación. En relación a su comportamiento frente a la humedad, su comportamiento es mejor que la madera, aunque para zonas muy húmedas, como cocinas y baños, se recomienda el uso de materiales especiales, ya que el material estándar no resiste bien contacto prolongado con agua o humedad.
Es más duro que la madera (aunque depende de la resistencia del laminado), por lo que resiste mejor los arañazos leves y tacones.
Por norma general, ofrece mejor comportamiento a las manchas, que los barnices tradicionales en tarima, parqué o parquet, aunque es similar al comportamiento de los poliuretanos de nueva generación.
Los laminados de mejor calidad son empleados también en bares y discotecas, por su resistencia a la abrasión, manchas y a las quemaduras de cigarrillo.
Debido a que el laminado sintético puede presentar muy diversas propiedades según el fabricante, los suelos se clasifican en cinco calidades según la norma EN 13329. Estas categorías son el resultado de un test de abrasión, donde una máquina somete al suelo a una serie de frotados con una rueda de papel de lija, hasta que el dibujo decorativo pierde su apariencia original, es decir, el test se hace hasta que el decorativo desaparece (se vuelve blanco). Ejemplo: Si utilizamos un AC4 o AC5 de un fabricante A y hacemos un test de abrasión puede quedarse blanco antes que un AC4 o AC5 de un fabricante B. No se recomienda tener en consideración el test AC como factor único para la elección de un suelo laminado.
Según el número de vueltas soportadas, la resistencia de la melanina o capa de uso es:
- AC-1 (más de 900 vueltas)
- AC-2 (más de 1.800 vueltas)
- AC-3 (más de 2.500 vueltas)
- AC-4 (más de 4.000 vueltas)
- AC-5 (más de 6.500 vueltas)
Actualmente, los pavimentos laminados o sintéticos, se clasifican por clases de uso, no por resistencia AC ya que presta confusión. Las clasificaciones actuales no tienen semejanza con las anteriores, ya que no siguen un criterio de resistencia - uso. Un fabricante puede marcar AC 4 con una clase 31 y eso es incorrecto. Lo que si tenemos que ver en la ficha técnica del material es la resistencia AC asociada a la clase de uso, para que exista coherencia y concordancia, pero no es condicional (el AC) para saber si un material es más resistente que otro, ya que influyen más factores, de ahí que la mayoría de fabricantes sólo marquen los paquetes con las clases de uso. Ejemplo: Un AC 4 de un fabricante A no tiene nada que ver con un AC4 de un fabricante B. Hoy en día hay fabricantes que clasifican con AC5 y su clase de uso es inferior a Clase 32, por lo cual, confunden al cliente final. Las clasificaciones actuales usadas para los pavimentos laminados flotantes son:
- Clase 31 - Para uso doméstico intensivo - comercial moderado.
- Clase 32 - Para uso doméstico intensivo - comercial normal.
- Clase 33 - Para uso doméstico intensivo - comercial intensivo.
- Clase 34 - Para uso doméstico intensivo - industrial moderado.
Consejos
Es importante a la hora de adquirir este material, revisar el sistema de anclaje de las piezas, ya que es el punto más débil del material. De la calidad del anclaje dependerá en mayor medida, el aspecto estético, ya que las juntas abiertas se aprecian con facilidad.
La resistencia a las manchas, químicos comunes y sol, son valores a tener en cuenta.
El grosor y tablero hidrófugo, son importantes para la estabilidad dimensional del material, así como de su comportamiento frente a la humedad y agua. Un material de baja calidad, tenderá a combarse frente a la presencia de humedad o pequeña presión. Es importante conocer la densidad del tablero.
El grosor, 7 hasta 12mm y la densidad del tablero (kg/m³), son importantes a la hora de elegir un buen material, ya que aguantará mejor torsiones y humedad, en función de estos factores.
Con el consejo de un profesional vendedor o un instalador, puede conseguir la mejor relación calidad-precio para sus necesidades, ya que hay un gran mercado y es difícil escoger con seguridad.
Desventajas
La principal desventaja de este tipo de pavimento es su debilidad en las juntas, por lo que para evitar esto, es fundamental conseguir una superficie lo más homogénea y nivelada posible. La superficie superior de la lama, es realmente dura en comparación con la madera, pero las juntas, se abren, se arquean, y exponen el material interior que es poco resistente, con lo que la degeneración del material es rápida. Hay que prestar atención a aquellas tarimas que tengan protección adicional contra la humedad y sellado perimetral. No todas las marcas lo llevan. También hay que tener en cuenta que no porque se elija un pavimento "AC-5" éste sea muy resistente a la humedad, son términos totalmente distintos. Un AC-5 no asegura una mejor estabilidad de pavimento con respecto a un AC-3 o AC-4.
En la mayoría de los casos, los patrones de diseño de la tarima flotante sintética o laminado, cambian al paso de pocos años, con lo que es complicado encontrar piezas iguales de recambio.
Debido a su sistema de espacio perimetral, suele ser necesario cambiar el zócalo, ya que el estándar, no suele cubrir el espacio que necesita el material con la pared.
A diferencia de las tarimas flotantes de madera, las tarimas laminadas una vez que una junta se ha astillado por un golpe o por humedades, no es posible lijar ni reparar la pieza, siendo necesaria su sustitución, lo que obliga a levantar parte del suelo, incluyendo los rodapiés.
Por norma general, suele ser la opción menos longeva en tarimas flotantes, ya que siendo un material sintético no permite acuchillado o lijado y barnizado.
Electricidad electroestática. Muchos suelos de tarima flotante laminada producen una carga electroestática sobre los habitantes, lo cual hace que sufran el típico "calambrazo" cuando se toca algo metálico o con el roce con otra persona.
Vía: Wikipedia
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