Las lámparas chinas o de papel son un complemento muy atractivo para el dormitorio, que puede fabricar uno mismo de manera artesanal.
Las lámparas chinas se destacan por dos características: su bonito aspecto y la iluminación cálida y agradable que proporcionan. Fabricarlas en casa es muy sencillo y económico, y el trabajo artesanal permite además personalizarlas, con muchas opciones en especial para las habitaciones infantiles. Este artículo explica paso a paso cómo construir una lámpara china, qué tipos de papel se pueden usar y cómo hay que trabajarlo, las maneras para dar un buen acabado al conjunto y las variantes para personalizarlo.
El uso de las lámparas chinas, también conocidas como lámparas zen o de papel, se ha extendido bastante en los últimos tiempos. Sus principales cualidades son lo agradable de su aspecto, la sobriedad y sencillez que transmiten sus líneas y la calidez que otorgan a la iluminación. Sin bien en el mercado se consiguen muchos modelos distintos, también se pueden fabricar diseños artesanales en casa.
Construir una lámpara china
Las lámparas que en general se comercializan poseen un armazón metálico. Para el trabajo en el hogar, es más sencillo realizar una lámpara esférica que use como base un globo (que no formará parte luego del producto final).
El primer paso es hinchar el globo hasta conseguir el tamaño que se desea para la lámpara. Para darle estabilidad y trabajar sobre él, conviene apoyarlo sobre un recipiente cuya boca o abertura sea menor al tamaño del globo. De esta forma, se mantendrá quieto y con la mayor parte de su superficie a la vista. La parte inferior quedará sin recubrir de papel, y es la que luego se colocará hacia arriba y a través de la cual se introducirá el foco.
El papel para la lámpara
Para la lámpara se pueden usar muchos tipos de papel, siempre que sea lo bastante delgado para dejar pasar la luz. Puede ser papel de arroz, mantequilla, crepe, pañuelos de papel o hasta papel higiénico.
El papel se debe cortar en trozos y pegarse al globo con cola vinílica diluida en agua (una parte de pegamento por cada dos partes de agua). Tras colocar una primera capa de papel, es preciso recubrirlo con el pegamento por medio de un pincel.
Luego hay que volver a aplicar una capa de papel y otra de pegamento, y así hasta tener unas cinco capas, para que el conjunto adquiera la suficiente solidez. El número de capas puede variar en función del grosor del papel y de la transparencia que se desee: cuantas más capas de papel tenga, menos luz dejará pasar.
El acabado de la lámpara china
Colocadas todas las capas de papel y pegamento, hay que esperar a que el conjunto se seque bien. Cuando se ha secado, se pincha el globo y se retira a través del hueco de la parte sin papel. Esta tarea se debe ejecutar con mucho cuidado, ya que la lámpara es delicada y si se tira del plástico del globo con excesiva fuerza, se puede arrastrar con él un trozo de papel y destrozar así la tarea.
Si tras quitar el globo se detecta alguna parte que haya quedado demasiado fina o quebradiza, se puede reforzar con un poco más de papel.
Después, se toma un fragmento de alambre galvanizado (u otra pieza metálica similar) y se forma un círculo del mismo tamaño que el hueco de la estructura de papel. Luego se pegan los extremos del alambre con una cinta adhesiva bastante resistente.
Por otro lado, se corta una tira de un alambre más fino que será el encargado de sostener el conjunto. La tira de alambre debe tener una vuelta en el medio, para pasar por allí el cable del porta lámpara. Esa vuelta se puede realizar rodeando un bolígrafo con el alambre. Esta tira se fija con cinta adhesiva al círculo de alambre, y luego se pega este último a la estructura de papel. De esta manera, la lámpara china queda lista para colocar.
Variantes para personalizar la lámpara de papel
Es posible hacer múltiples variaciones sobre la lámpara para personalizar su diseño, sobre todo si el objetivo es instalarla en una habitación infantil.
Se pueden hacer orificios con diversas formas (estrellas, círculos, medialunas, etc.) e incluso poner celofán de diversos colores en la parte interna para que, cuando el foco esté encendido, la luz esparza por la estancia distintas tonalidades.
También se pueden colocar piezas de papel o cartón o pequeños objetos de color oscuro entre las distintas capas de papel, para que funcionen como elemento decorativo cuando la lámpara esté encendida.
Otra variante es la de realizar dibujos o pinturas sobre el papel, aunque dadas las características de esta superficie, trabajar de manera directa sobre ella puede ser algo difícil, y se corre el riesgo de que no quede bien y que todo el trabajo se malogre.
Vía: Eroski Consumer
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