
Quizás el más llamativo de todos sea este Scandiphone de corte marcadamente futurista, con la botonera en la base. No sé cuán cómo de usar será, pero vistoso es un rato largo.


Si, por contra, lo que tienen en mente es un teléfono sobrio y elegante, que no busque el protagonismo pero que inevitablemente capte las miradas de los presentes, les recomiendo el Dreyfuss 500, preferiblemente en negro, aunque también está disponible en cromado.

En cambio, para el recibidor, en uno de esos muebles para el teléfono tan propios, lo normal era tener un modelo más respetable y con presencia, como por ejemplo el 302, todo un clásico, aunque para clásico, clásico, el Lobby Phone. Lástima que esté solo en plateado, lo que le añade efectismo y le queda realismo.
Como pueden imaginar, todos los modelos han sido adaptados a las líneas modernas, por lo que se ha sustituido la habitual rueda por una botonera. Quizás se pierda parte del encanto, pero así, además de funcionar, no tenemos que maldecir aquellos números con muchos ceros y nueves, que aquello era un nunca acabar.
Para más información visiten: Wild & Wolf
Vía: Decoesfera
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