Una de las últimas tendencias en diseño, decoración y arquitectura es integrar las viviendas como parte del propio paisaje en el que se encuentran ubicadas. Así es como han surgido tantas edificaciones construidas en bosques, por ejemplo, del estilo de casas levantadas con muros de vidrio que permiten visualizar el entorno constantemente, desde cualquiera de sus habitaciones, ya sea el comedor, el dormitorio, la cocina o el cuarto de baño.
Dando un paso más allá entre esta fusión entre arquitectura y paisaje, encontramos las piscinas que se fusionan con verdes bosques y acantilados junto al mar. Son las llamadas “piscinas infinitas”, que parecen no tener un borde o límite de piedra que las contenga, como si en ellas se pudiera continuar nadando hasta el infinito.
Todo ello gracias a un efecto visual en el que el horizonte de estas piscinas desaparece, y todo lo que hay alrededor, ya sea océano, ya sean árboles, está al alcance del bañista con tan solo dar un par de brazadas. Son unas piscinas tan increíbles que pueden darnos, a veces, hasta un poco de vértigo.
Ésta en concreto es la piscina del Zemi Beach Resort, un complejo hotelero de lujo en la pequeña isla de Anguilla, en el Mar Caribe, un destino de ensueño al que acuden muchas “celebrities” a descansar. Son piscinas sin un límite conocido, tan solo el que marca la imaginación.
Piscinas que también pueden integrarse en el propio paisaje urbano, como esta última propuesta, una tentadora piscina ubicada en el último piso de un edificio en plena ciudad. Su pared de vidrio permite darse un chapuzón sobre el asfalto, observando el mismísimo tráfico. ¡Increíble!
Vía: Guía para decorar
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