Un local con historia, el bar Cèntric, ha reabierto sus puertas en pleno barrio del Raval de Barcelona. La diseñadora Pilar Líbano ha sido la encargada de renovarle la cara, manteniendo su atmósfera tradicional y todo su encanto, reflejado en sus detalles e imágenes antiguas, su mobiliario y arrimaderos de madera, su pavimento hidráulico… Una recuperación que ensalza su historia, la fusiona con el barrio y la reviste de actualidad.
Espacio mítico y con historia dentro de la ciudad de Barcelona, el Cèntric comenzó su andadura hace más de un siglo, en el año 1862. Su nombre proviene de una petición popular, debido a su buen emplazamiento. Y, durante todos estos años, este bar ha sido un punto de encuentro tanto de gente del barrio como de artistas.
El reto principal de la nueva obra de interiorismo consistía en conservar el alma del espacio: ese particular encanto que desprenden los locales con historia, aunque tratando de actualizar toda su funcionalidad, adecuándola a nuevos usos -nunca había sido restaurante, y ahora sí-.
Ello ha supuesto, por ejemplo, adaptar el espacio un uso intensivo durante toda la jornada, y a un mayor tránsito. Crear una cocina nueva, baños nuevos, además de un nuevo espacio trasero para restaurante.
Además, el proyecto del estudio de Pilar Líbano ha abordado un gran trabajo de instalaciones y tecnologías nuevas, que desaparecen a la vista del visitante del espacio. En este sentido, también se ha trabajado para que el Cèntric sea un espacio sostenible, consiguiendo el certificado Leed.
Pese a sus modificaciones técnicas, el proyecto liderado por Líbano ha primado que la gente perciba el local como “el de siempre”, con su espíritu de antaño. Para ello, se ha enfatizado la combinación del mobiliario, con sillas de distintos estilos y épocas.
Respetando la estructura del edificio, aparecen las vigas vistas, las paredes de origen y el mobiliario recuperado. Así, en el renovado Cèntric conviven los objetos originales del local con toques puntuales contemporáneos. El espacio del bar es cálido y acogedor, pero tiene ahora con un lenguaje más abierto. Por ejemplo, una ventana de guillotina favorece el diálogo con la calle. También se han recuperado los arrimaderos y la barra de madera, al igual que los pavimentos hidráulicos, en damero. Las fotografías de la historia del local y de la familia de los propietarios son todo un homenaje a su extenso pasado.
El interiorismo del nuevo Cèntric, además, es un propuesta continua pensada para servir tanto de día como de noche, ya que su público va a tomar una copa, a cenar, a merendar… Sus propietarios, el Grupo San Telmo, han incorporado ahora al Cèntric el apellido Canalla, ya que su carta ofrece el mismo concepto de tapas y platillos que el Canalla de Sarrià, otro restaurante propiedad del grupo.
Para más información visiten: Estudio p.libano, Grupo San Telmo
Vía: diarioDESIGN
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