Este apartamento abuhardillado desborda luminosidad, creatividad, amor por el pasado, y un toque preciso de modernidad que le da mucho encanto. Situada en la bajo cubierta de un palacio del siglo XVIII en la ciudad de Prato, capital de la provincia homónima en la región de la Toscana (Italia), esta buhardilla es un espacio recuperado y reformado en su totalidad por Sabrina Bignami del estudio b-arch architettura. La cocina, el comedor y la zona de estar son una sucesión de espacios unidos y parcialmente separados por grandes vanos abiertos en las paredes.
Las paredes y las vigas vistas pintadas de blanco, junto con la iluminación cenital aportan gran luminosidad a todo el apartamento. El comedor, situado en la zona central, se vistió con una mesa rectangular rodeada de sillas que, curiosamente, se han “vendado” con tela blanca, acompañadas de dos taburetes Tolix.
Un gran bloque cuadrado, convertido en una isla de de trabajo, constituye la frontera entre el comedor y la cocina.
Una cocina funcional, con un toque de decoración tradicional. En ella se apuesta por los detalles que la convierten en un espacio acogedor, con un estilo que mezcla lo rústico y lo urbano. Por este lado, la isla cuenta con tres cajones de almacenamiento. Para no agobiar el espacio, la zona de cocción se instaló en una encimera alargada pero estrecha, donde los quemadores se suceden en línea. Al fondo, el frigorífico vintage de Smeg.
El dormitorio, igualmente iluminado por luz cenital, sigue la misma tónica que el resto de la casa, paredes blancas y suelo de madera. Aquí domina la decoración en blanco y las piezas de mobiliario retro. Un gran guardarropa antiguo a los pies de la cama, un espejo apoyado en la pared y alguna otra pieza recuperada. Como cabecero, encontramos un mapa físico de Italia, de los que se colgaban en las escuelas, también rescatado del olvido. Un banquito de madera hace de mesita de noche y sobre ella la lámpara Eclisse, creada por Vico Magistretti.
El cuarto de baño es bastante distinto al resto del apartamento. Para su decoración se eligió el contraste del blanco y el negro con un papel pintado a rayas finas. Fotografías: Raul Candales Franch y Lorenzo Nencioni.
Para más información visiten: b-arch architettura
Vía: decoratrix
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